En A Coruña y Pontevedra la visibilidad será mayor, pero con una diferencia «muy pequeña» respecto a las otras dos provincias.

Galicia será el mejor lugar en la Península Ibérica para presenciar el eclipse de Sol que se producirá en la mañana de este sábado 29 de marzo, según certifican fuentes especializadas. En este lugar del noroeste peninsular, hasta un 43% del disco solar quedará oculto por la Luna, por encima de cualquier otro punto de España y Portugal.
El fenómeno durará en este caso alrededor de dos horas: empezará a poder verse sobre las 10.45 horas y terminará aproximadamente sobre las 12.40. El momento de mayor ocultación lo alcanzará en la mitad de ese periodo, en torno a las 11.40, según la información recogida por el Instituto Geográfico Nacional (IGN).
El director del Observatorio Ramón María Aller, José Ángel Docobo, describe el eclipse solar como una «mordida» de la Luna al Sol, que se produce cuando ambos astros están en alineación con la Tierra. El fenómeno, que coincide siempre con Luna nueva, puede observarse de forma parcial –como este sábado–, anular o total –como sucederá en agosto de 2026 y 2027–.
El fenómeno empezará en la costa de Estados Unidos y terminará en la parte occidental de Rusia. Será visible en diversos puntos del océano Atlántico, Groenlandia, parte del noroeste de África y casi toda Europa.
DÓNDE VERLO EN GALICIA
La visión de este tipo de fenómenos está habitualmente condicionada también por las condiciones meterológicas del mismo día. En este caso, José Ángel Docobo prevé que la visibilidad será «prácticamente igual» en toda Galicia, ya que solo se contempla «algo de nebulosidad», aunque es posible que roce un «frente débil».
El astrofísico Borja Tosar coincide en que la perceptibilidad será similar en todo el territorio, a lo que contribuyen las propias características de este eclipse. «El Sol va a estar alto en el horizonte y va a ser por la mañana, entonces con que simplemente el cielo esté despejado el eclipse se va a ver desde cualquier sitio«, explica..
En esta línea, el experto en el campo indica que, al producirse de día, «no se aplican los consejos típicos de la astronomía, como escapar de los núcleos de población y buscar un cielo negro». Eso sí, «cuanto más al norte y más al oeste, mejor se verá», como en ciudades como A Coruña o Ferrol. Con todo, «la diferencia con los peores sitios va a ser muy pequeña, entonces no vale la pena el desplazamiento», señala Tosar.
Los datos ofrecidos por el IGN constatan que el porcentaje de ocultación del disco solar entre las capitales de provincia apenas variará: en A Coruña alcanzará hasta un 43%; en Pontevedra, un 42%, y en Lugo y Ourense, un 41%.
Para Jose Ángel Docobo, este eclipse será un «aperitivo» de la sucesión de hitos astronómicos de los próximos años. El 12 de agosto de 2026 tendrá lugar otro, que se verá como total en la parte norte y este de la Península Ibérica, por lo que Galicia será de nuevo un mirador privilegiado. En agosto de 2027 se repetirá el fenómeno; y uno anular finalizará esta serie en enero de 2028.

CÓMO VERLO
Expertos consultados certifican que hay dos formas para la observación directa del eclipse: utilizando gafas especiales para este fenómeno, que se pueden adquirir en tiendas especializadas o internet, o empleando métodos astronómicos especializados de observación solar con filtros especiales. «Este segundo método no se recomienda hacerlo si no eres un experto», aclara el astrofísico Borja Tosar.
Las gafas, aptas para su uso general, deben estar homologadas por la Comunidad Europea para la observación solar (índice de opacidad 5 o mayor) y deben ser usadas siguiendo las instrucciones impresas en ellas, además de estar en perfecto estado de conversación.
Las recomendaciones generales de uso aconsejan no andar mientras se utilizan, sino que animan a estar preferiblemente sentado. Tampoco deben ser empleadas con aparatos ópticos, aunque sí pueden superponerse a las gafas graduadas de uso habitual. Su utilización más segura será dejando intervalos entre los momentos de observación del eclipse.
Como una alternativa a las gafas, Borja Tosar indica que existen formas de observación indirecta de un eclipse, como la que aprovecha el efecto ‘pinhole‘. Para ello, debemos realizar un agujero pequeño en una cartulina y, a continuación, apuntar con ella hacia el Sol, jugando con la posición de la lámina para que este deje pasar un rayo. De esta forma, en la sombra que proyecta la cartulina se verá un punto, que nos permitirá saber cómo evoluciona el eclipse.
Los especialistas desaconsejan en todo caso emplear cualquier otro método alternativo a los anteriormente descritos. Por tanto, la utilización de radiografías, gafas de sol o cristales ahumados debe ser descartada. Hacerlo conllevaría «un riesgo de pérdida de visión de forma irrecuperable«, advierte Borja Tosar, de modo que llama a la concienciación de la población en materia de salud pública.