José Carlos Enríquez Díaz
Las recientes declaraciones del exalcalde Ángel Mato y del Grupo Municipal Socialista sobre la decisión de ubicar la ciudad deportiva del Racing de Ferrol en los terrenos de la antigua estación de radio de la Armada en Mandiá destilan una preocupante mezcla de hipocresía y oportunismo político. Mato, que tuvo en sus manos la posibilidad de impulsar el desarrollo industrial de Ferrol durante su mandato y no lo hizo, ahora critica una decisión que, además de beneficiar a un club histórico de la ciudad, tampoco cierra la puerta a otros proyectos de crecimiento económico.
¿Dónde estuvo la preocupación de Mato cuando gobernó?
Resulta llamativo que Ángel Mato y su grupo municipal se presenten ahora como los defensores del desarrollo industrial en Ferrol cuando su gestión al frente del Concello fue, en el mejor de los casos, ineficaz y, en el peor, inexistente en materia de captación de empresas e impulso del suelo industrial. Durante su mandato, no solo no se avanzó en la habilitación de nuevas áreas industriales, sino que tampoco se promovieron políticas efectivas para atraer inversión y generar empleo. Ahora, en la oposición, Mato se erige en guardián de un supuesto proyecto industrial que ni él mismo impulsó cuando tuvo la oportunidad.
Falacias y contradicciones del PSOE
El argumento del PSOE de que la parcela de Mandiá estaba destinada exclusivamente a la industria carece de fundamento. Si bien en su momento se habló de esa posibilidad, no existió un plan firme ni avances concretos para atraer empresas a ese terreno. De hecho, el propio Partido Popular, en su momento, señaló que la falta de interés empresarial en la zona dificultaba su conversión en un polo industrial.
Por otro lado, la crítica de que esta decisión responde a una supuesta lucha territorial con Narón es completamente infundada. La ciudad deportiva del Racing de Ferrol es un proyecto con un claro impacto positivo para la ciudad: dotará al club de unas instalaciones propias tras más de un siglo de historia, atraerá inversión, generará empleo vinculado al deporte y el ocio, y fomentará la actividad económica en Ferrol.
La falta de suelo industrial en Ferrol: Un problema heredado
Si hay una escasez de suelo industrial en Ferrol, la responsabilidad no es de una decisión tomada en 2024, sino de la inacción acumulada durante años, incluyendo la etapa de Mato en la alcaldía. La parálisis de su gobierno en materia de reindustrialización es un hecho, y ahora pretende desviar la atención señalando al actual equipo de gobierno por una medida que, lejos de ser perjudicial, aporta valor a la ciudad en un ámbito distinto, pero igualmente importante: el deportivo y social.
Conclusión
La crítica de Ángel Mato y el PSOE a la ciudad deportiva del Racing de Ferrol es un claro ejemplo de doble moral y oportunismo político. No hicieron nada por desarrollar ese suelo cuando gobernaban y ahora intentan torpedear un proyecto que beneficiará a la ciudad solo porque no lo han impulsado ellos. En lugar de buscar desgastar al gobierno local con argumentos débiles y contradictorios, deberían reflexionar sobre su propia falta de acción en el pasado y contribuir con propuestas reales para el futuro de Ferrol.
Un proyecto que mira al futuro
Más allá de las críticas interesadas, la decisión de destinar estos terrenos a la ciudad deportiva del Racing debe valorarse en su justa medida. Ferrol necesita diversificar su tejido económico y, aunque el sector industrial es clave, no puede ser la única vía de desarrollo. El deporte, el turismo y la inversión en infraestructuras de ocio también juegan un papel importante en la revitalización de la ciudad.
Además, la ubicación de la ciudad deportiva en Mandiá no impide que se busquen alternativas para la expansión industrial. Ferrol cuenta con otros espacios que pueden ser optimizados para atraer empresas, si realmente existe la voluntad política para ello. Criticar esta medida sin ofrecer soluciones concretas es una postura irresponsable y meramente destructiva.
La modernización y mejora de las infraestructuras deportivas es una inversión en calidad de vida, algo que no puede pasarse por alto en una ciudad que busca recuperar dinamismo y oportunidades para sus ciudadanos. Es hora de dejar de lado la confrontación estéril y apostar por el crecimiento real y sostenible de Ferrol.
El Racing de Ferrol es una institución que ha llevado el nombre de la ciudad por toda España y merece unas instalaciones acordes con su historia y su proyección futura. La ciudad deportiva no solo será un espacio para el primer equipo, sino también para la cantera, el deporte base y la comunidad en general. Un Ferrol más competitivo en el ámbito deportivo también puede traducirse en beneficios económicos indirectos, atrayendo eventos y promoviendo la imagen de la ciudad.
En lugar de buscar polémicas artificiales, la oposición debería centrarse en proponer soluciones viables para el desarrollo industrial de Ferrol y colaborar en la creación de un plan integral que combine industria, deporte y servicios. Solo así se logrará un progreso real y sostenido, sin caer en la demagogia de criticar por criticar.