Marcos López Balado
Hoy en día, probablemente, el tema de mayor actualidad y relevancia, será el de Donald Trump. Bueno… en realidad “los temas”. Porque creo que a estas alturas todos tenemos claro que entró en la Casa Blanca como un elefante en una cacharrería y que hablar de Trump no es hablar de un tema solamente.
Antes de entrar en materia y de escribir sobre las cosas que está haciendo dejadme decir dos cosas. Primero que aunque el Trump Presidente me parece un peligro público, el Trump candidato me parece fascinante. Fue capaz de enfrentarse a todo y a todos, y salir victorioso. No una vez sino dos. Se enfrentó al Partido Demócrata, a los medios de comunicación y a todos los resortes habidos y por haber… incluido el aparato del Partido Republicano. Y segundo, no lo olvidemos nunca, que gran parte de la culpa de este desenlace la tienen Biden, Harris y el Partido Demócrata, que no pudieron haberlo hecho peor y acabaron casi por ponerle una alfombra roja directa al Despacho Oval.
Pero vamos al grano. Decía antes que hablar de Donald Trump no era hablar de un tema solo, y es que desde el mismo día 20 de enero de 2025, fecha en que tomó posesión, no ha dejado de generar temas polémicos y no ha dejado a nadie indiferente. Política migratoria o climática, ajustes económicos, salida de la OMS, guerra de aranceles, guerra de Ucrania y acercamiento a Rusia, etc…
En primer lugar, y como excepción, voy a empezar rompiendo una lanza en su favor. Porque uno puede estar de acuerdo o no con las políticas que aplica, yo estoy en contra de casi todo y creo que no coincido en casi nada con él, pero de lo que no cabe duda es que está haciendo lo que prometió que haría. ¡Qué mal acostumbrados estamos a que un político gane unas elecciones y cumpla lo que prometió! Por estos lares estamos más acostumbrados a que un mandatario haga todo lo que dijo que no iba a hacer… tan solo con la justificación de haber cambiado de opinión.
Por lo demás, me reafirmo en que es un peligro público, para su país, para sus aliados, y para el mundo en general. Vayamos por partes.
Lo primero para todos los que estemos interesados en la verdad, y no en lo que nos cuentan, es aprender a diferenciar entre “lo que Donald Trump dice”, “lo que la prensa dice que quiere Donald Trump” y lo que “finalmente acaba haciendo Donald Trump”.
Voy a empezar por tomar como ejemplo el tema de la guerra de Ucrania. Un tema con el que estoy sensibilizado y en el que me declaro, claramente, “Team Ucrania”. Es verdad que Trump dijo muchas cosas sobre ello, es verdad, y la prensa dijo más todavía. Así tenemos que parece que se fue a Arabia Saudí a negociar el fin de la guerra sin Ucrania y Europa, que llamó dictador a Zelenski y le acusó de haber causado la guerra, anunció que le quita el apoyo militar, se alineó con Putin hasta el punto de haberse alineado con él en una votación en la ONU,… muchas palabras, pero no tantos hechos.
Si nos vamos a los hechos, es verdad que un representante de EEUU se reunió en Arabia Saudí con representantes rusos para hablar de una posible paz, pero también es cierto un representante de EEUU participó en la Conferencia de Munich para tratar el tema con Europa y con Ucrania. Así que no es que se este negociando una paz sin una de las partes, sino que lo que se está haciendo es iniciar los primeros contactos con las partes por separado. Hablando de hechos, no podemos tampoco obviar que Putin no se ha pasado por la Casa Blanca ni se ha visto con Putin, y aunque sí es verdad que la reunión con Zelenski acabó como el rosario de la aurora, lo cierto es que el encuentro al más alto nivel sí se produjo. Y la retirada del apoyo… también es algo relativo, pues Ucrania tiene perfectamente recursos militares para mantener la guerra al menos otros 6 meses, según todos los analistas. Y además Europa sigue ahí.
Moralmente me parece indigno y creo que la historia juzgará con la dureza merecida a Trump por haber llamado dictador a Zelenski por no celebrar elecciones desde 2019, y no dedicar ninguna palabra similar al sátrapa de Putin, el verdadero dictador, un tipo que celebra elecciones sin ningún tipo de garantías democráticas que acaba ganando con el 90% de votos tras haber inhabilitado o encarcelado a un sin fin de líderes opositores, cuando resulta que no causan baja por un misterioso empacho de polonio 210 o cesio 137. Miserable la posición de Trump por haber comprado el discurso del Kremlin cuando lo cierto es que hasta la oposición a Zelenski respalda la no convocatoria de elecciones porque la ley ucraniana no permite celebrar elecciones en tiempo de guerra. ¿Qué creen Putin y Trump que pasaría si celebrasen elecciones en Rusia? Después de dos años atacando ciudades e instalaciones energéticas, después de haber matado y asediado a la población civil, después de anexionarse parte del territorio ucraniano y de haber cometido crímenes de guerra… ¿creen que iba a resultar un presidente más pro-ruso?
Igualmente, me parece reprobable cargarse en casi 80 años de relación atlántica con sus socios europeos. Es cierto que en Europa muchos países no han cumplido los acuerdos de inversión militar, caso de España, y que probablemente la intención de Trump solo sea la de presionar a los miembros de la OTAN para que cumplan los acuerdos… pero las formas son importantes. Hablamos de una organización que que data de 1949 y que, además, le ha permitido hacer mucho negocio y extender su área de influencia a EEUU, por lo que probablemente no sean lo más justo estas maneras.
Lo mismo podríamos hablar de Groenlandia, del canal de Panamá, del lío con Canadá, con México… que es posible que haya muchas más palabras que hechos y que las intenciones del presidente estadounidense no sean las que dice o parece. Puede que todo lo de Trump sea un engaño y un juego de intenciones ocultas. Obligar a aumentar el gasto en defensa de los países de la OTAN, lograr una lucha más eficiente contra el narcotráfico y la emigración en sus fronteras, lograr mejores tarifas en el Canal de Panamá o lograr acuerdos ventajosos para la explotación de recursos en Groenlandia… y puede que el fondo sea lícito y solo pretenda en Ucrania forzar a las partes para un acuerdo de paz que ponga fin a más de dos años de cruenta guerra, además de, si puede, sacar tajada de los recursos naturales de Ucrania.
Pero además del fondo, las formas también son importantes. A pesar de que puede que todo solo sea un engaño y que todo lo que vemos no sea más que un mero “TRUMPantojo”… las formas de matón de patio no van a ser lo más recomendado a la hora de hablar de política internacional, especialmente con los aliados y amigos. Porque, por ejemplo, aunque al final los aranceles a Canadá o a Europa se queden en nada… ya hay mucha gente que ya mira las etiquetas de los productos. El daño que puede hacer a la imagen de su propio país puede ser irreparable, además de que dejar el camino libre a la irrupción comercial china (más aún) tampoco creo que sea el final que anhela.
Preparaos para cuatros años de noticias y alharacas constantes.