Gabriel Elorriaga F.-Ex diputado y ex senador
El líder proetarra Arnaldo Otegui aprovechó la ocasión de su reelección para secretario general en el III Congreso de su partido para unirse a la ceremonia de conmemoración de los 40 años de la muerte de Franco y para reclamar el derecho a la autodeterminación que no obtuvieron antes con las pistolas asesinas. Para ello, dice, hay que superar “los marcos mentales del franquismo” y su continuación en el ejército, los jueces y la prensa.
En su lenguaje eufemístico, superar los marcos mentales quiere decir eliminarlos, aunque con ciertas dudas. No parece probable que los marcos puedan desaparecer por la presión electoral del sepulturero Otegui, sin contar con el ejército, los jueces o los medios informativos. Con UGT y Comisiones Obreras, desnutridas la “fachoesfera” es indestructible y puede respirar tranquila dentro de sus válvulas de seguridad en que flotan sin notarlo las nieblas conservadoras de PP y VOX. Fuera de la “fachoesfera” no se respiran más que aires tóxicos.
La clave del proceso de mutación del modelo constitucional no es el choque frontal de Pedro Sánchez con los grupos parlamentarios sino actuaciones sinuosas, pactos extraparlamentarios y concesiones improcedentes que van amputando poder y medios a la legalidad a la vez que van reduciendo la eficacia de cualquier iniciativa molesta para Moncloa o para sus socios.
El proceso en individual y por tanto temporal, afortunadamente, reside en la persona de Cándido Conde Pumpido, pues es difícil encontrar otra persona como él entre los juristas que se preste a protagonizar una interpretación de la justicia como un código abierto a las influencias circunstanciales convertidas en auténticas casaciones al Tribunal Supremo o demás que constituya la arquitectura del Estado de Derecho. Es como una “longa manus” del ejecutivo para reconfigurar las leyes a la medida de un político ocasional que ha decidido que hay legislatura para rato aunque no cuenta con Conde Pumpido para más de un año de actividad reglamentaria, sino no se le ocurra a Pedro Sánchez prolongar su mandato hasta la eternidad.
Toda la “fachoesfera” no es capaz de vencer a Conde Pumpido ni con el apoyo del ejército, los jueces y la prensa. Solo un asteroide como el que se espera dentro de siete años, de nombre YRA podría hacer diana en nuestro planeta, cruzar la “fachoesfera” y romper el marco mental con que divide a España Pedro Sánchez con la colaboración inestimable de Conde Pumpido. Un duo bien concertado para hacer ineficaces tanto a la alternativa que el Partido Popular mantiene en el grueso del electorado como la minoría soñadora de VOX. Ahí reside por el momento el verdadero peligro para nuestra democracia cercada por el marco mental de dos personas.