En favor del matrimonio homosexual

Miguel Ángel Pazos Fernández

El revuelo que ha causado Andrea Hermida hace unos días– militante de NNGG de Vigo que se vanagloriaba de tener un cargo que no poseía, y que ha dicho que quiere que se descubra una “cura” para los homosexuales –, coincidiendo con el fallo del TC declarando la constitucionalidad del matrimonio homosexual, ha puesto en el punto de mira a una organización como es Nuevas Generaciones, que rápidamente ha actuado contra la militante, abriéndole un expediente ejemplarizante.

Lo peor de éste tipo de declaraciones no es para quién las hace, puesto que solamente se retrata a ella misma; lo peor – aparte de ese ataque hacia los homosexuales – es que queda en la atmósfera cierto olor a homofobia que amenaza con contaminar a mucha gente que no pensamos así, a pesar de ser de la misma organización. Y no solamente porque defendamos los derechos de los homosexuales; también porque estamos totalmente de acuerdo con lo que el Tribunal Constitucional ha dicho sobre el matrimonio homosexual.

No hay que ser un gran entendido en Derecho para saber que la Constitución no pone objeciones al matrimonio homosexual. El artículo 32 simplemente afirma que “el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio”; no entra en si tiene que ser entre ellos o no, es indistinto. Eso lo regulará una Ley, como dice el propio artículo 32.2.

Además de ésto, debemos de recordar que, en contra de lo que se dice muchas veces para descalificar al matrimonio homosexual, el matrimonio en sí no tiene un origen eclesiástico, sino que es una figura ya recogida en el derecho romano. Diferente es cuando hablamos del matrimonio canónico. Y ahí queda claro que, se declarara o no la constitucionalidad del matrimonio gay, la Iglesia jamás celebraría ceremonias de este estilo. Es una cuestión propia de ellos.

El matrimonio es una relación contractual entre dos personas. Y todos sabemos lo que el Estado debe de hacer ante dicha situación: reconocer las relaciones contractuales que surjan de la sociedad.

Ahora ya no queda duda. El matrimonio homosexual es constitucional. Atrás quedan debates ideológicos sesgados y manifestaciones interesadas. Siete años después – los magistrados tampoco se dan demasiada prisa – por fin conocemos el fallo sobre algo que nos preocupaba a muchos.

La única duda que queda en el aire es que personas como Andrea Hermida dejen de pedir una cura para algo en lo que la sociedad ya va por delante.

 

Lea también

Psoe Ferrol urxe a reparación e mantenemento dos espazos culturais

A concelleira socialista Montserrat Dopico insta ao goberno de Rey Varela «a acometer as obras …

3 comentarios

  1. Sin homofobia alguna discrepo totalmente de la sentencia del TC, el recurso del PP trataba exclusivamente de la aplicación de la palabra»matrimonio» a la unión afectiva de dos homoxexuales. Cogiendo el rebaño por las hojas el antijurídico Tribunal dictamina que el » matrimonio homoxexual» es constitucional.
    Se pueden dar , discutir, razonar, etc etc todos los argumentos que se quieran para defender esta sentencia y habrà que acatarla, pero acatar es una cosa y compartirla otra muy distinta, pues por ley natural y por etimología de las lenguas, un marido no puede serlo de un hombre , como una esposa tampoco puede serlo de una mujer; otra cosa es que se admita que un tribunal està facultado para cambiar las lenguas por mor de dar satisfacción a un determinado lobby, marido y esposa, husband and wise, y así en todos los idiomas se reconoce la unión matrimonial de la especie humana, lo que no priva de que los homoxexuales se unan y junten como quieran, pero no en «matrimonio».Son ganas de modificar lo que desde siglos se ha denominado la unión de un hombre y una mujer, que nada tiene que ver con religión alguna .

    • Miguel Ángel Pazos Fernández

      La etimología también avanza. La sociedad también. El Estado tiene que limitarse a garantizar las formas de unión que surgen de los individuos que viven en común.

      Pero aquí se dirimía si el matrimonio homosexual es constitucional o no. Punto.

      Y aquí la CE es clara en su art. 32.2: » La Ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos.»

      Ergo no tiene sentido decir que una Ley es anticonstitucional cuando es la propia Constitución la que se remite a algo que será regulado en una Ley posterior y no por la propia Constitución.

  2. La sentencia por la que el TC avala el matrimonio homosexual se basa en una interpretación evolutiva de la Constitucion , interpretacion según la cual el matrimonio heterosexual no es el único constitucionalmente legítimo y regularlo entre personas del mismo sexo no degrada la institucion matrimonial tal y como se conocia.
    En mi opinion para aprobar la » denominacion de matrimonio» a la union de dos homosexuales en España resultaba imprescindible haber reformado antes la Constitucion y al no no haberse reformado no debería haberse admitido su constitucionalidad. Sí embargo fuera de toda lógica este mismo tribunal arrogandose funciones que no le corresponden, ha dictado muy discutibles sentencias que nada tenían que ver con la Constitucion y sus preceptos, màs bien con la política y los condicionantes políticos del momento. Recuerdese la célebre sentencia sobre Rumasa o las enmiendas a las decisiones del Tribunal Supremo, al erigirse, no siendolo, en tribunal de apelacion y casación contra el Supremo.
    Comparto íntegramente la legítima aspiración de terminar con la injusta discriminación de derechos de las personas que se emparejan por su orientación homosexual , pero eso no debe conducir a darle a esa union el sentido del matrimonio reconocido en la Constitución .
    Las uniones duraderas entre personas del mismo sexo deberían haber sido objeto de una especial consideración por el legislador, como en su día fueron las uniones de hecho, pero nunca denominarlas como la institución del matrimonio heterosexual.
    Seguir argumentando sobre esto , se que es una solemne inutilidad, Roma locuta est causa finita est, pero sigo diciendo que acatar no es compartir y yo no lo comparto, aunque el pueblo comulgue con ruedas de molino por mor de lo politicamente correcto, que desprecio.Aqui se aguanta con las cosas màs inicuas con tal de subsistir.