La Delegación del Gobierno en Galicia facilitó a las 19 horas de ayer miércoles un comunicado en el que informaba que la normalidad y la ausencia de incidentes destacados había marcado el desarrollo de la jornada de huelga general en Galicia.
El seguimiento fue desigual entre los distintos sectores económicos situándose en torno al 18% en la actividad empresarial, según los datos del propio sector. El cumplimiento de servicios mínimos fue en general satisfactorio con incumplimientos en el servicio de recogida de basuras de algunas ciudades y en el transporte terrestre interurbano.
En cuanto a incidencias fueron similares a las de convocatorias anteriores. En Ferrol se produjo una explosión en un cajero automático y el lanzamiento de un cóctel molotov a una oficina bancaria además de daños diversos en otras dos entidades. En Vigo y en Lugo, la quema de contenedores afectó a vehículos próximos (uno resultó calcinado y dos, con daños).
Hasta el momento se habían practicado doce detenciones. Cuatro de las detenciones se debieron a resistencias de piquetes (una en Santiago, dos en Lugo –por negarse a la identificación- y uno en A Coruña -por acto vandálico contra un coche policial-) y ocho, de supuestos simpatizantes anarquistas en torno a la celebración de la manifestación central en A Coruña. En este caso, cuatro individuos fueron detenidos en el transcurso de la marcha al intentar boicotear contra la misma desplegando una pancarta, hecho que provocó la intervención de la Policía Nacional en defensa del derecho de manifestación. El resto del grupo se disgregó por las calles del centro y cuatro de sus integrantes fueron detenidos posteriormente tras provocar varios altercados.
La Delegación del Gobierno mantuvo un dispositivo de seguridad integrado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que vigilaba por el respeto al libre ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas.