De la mujer de Pedro Sánchez a la hermana de Feijóo-(Enrique Barrera)

Enrique Barrera Beitia
Tras la prolongada y polémica instrucción que el juez Peinado ha practicado estos últimos meses sobre Begoña Gómez, todo apunta a que no ha encontrado ni encontrará nada que justifique la apertura de juicio oral.

Como esto ya se veía venir, los tertulianos de derechas fueron girando el foco del debate hacia conductas que sin ser delictivas eran a su juicio poco estéticas, como la inconveniencia de seguir siendo hasta 2022 directora ejecutiva del Africa Center dependiente del Instituto de Empresa, o de codirigir y ser docente desde 2020 en la Universidad Complutense de Madrid, de una cátedra sobre Transformación Social Competitiva, por la que cobró algo más de 6.000 euros.

Batallando en primera línea contra estas actividades económicas del “entorno familiar de Pedro Sánchez”, ha figura Alberto Núñez Feijóo, cuya carrera política sobrevivió en Galicia nada menos que a un relación de amistad con el nárco Marcial Dorado, y es que como explicó uno de sus lugartenientes, “en esos años se creía que sólo era un contrabandista”.

El paraguas mediático en Galicia encarriló este peliagudo problema, pero otra cuestión es la política nacional. Semejante protagonismo se explica porque considera que los trasvases económicos entre el departamento autonómico dirigido por su prima Eloina y la empresa dirigida en Galicia por su hermana Mikaela, carecen no sólo de reproche penal sino incluso de relevancia ética.

Sin embargo, los datos que empiezan a ser filtrados en la prensa indican que hay riesgo claro para el líder del PP, porque sugieren que la citada compañía de servicios manejaba información confidencial sobre las ofertas de sus competidores, en cuyo caso sus ofertas eran competitivas, pero no lo eran cuando acudía en solitario a los concursos porque la mesa de contratación había decidido excluir a las otras empresas; incluso cuando la empresa dirigida por la hermana de Feijóo presentó ofertas más caras, resultó ganadora del concurso gracias a los criterios subjetivos de la mesa de contratación.

El caso es que la empresa que Micaela Núñez Feijóo dirige en Galicia, ha recibido en los dos últimos años más de 160 adjudicaciones a dedo por el procedimiento de emergencia, frente a las 10 que obtuvieron en el mismo período sus dos principales competidoras, y antes de ser cesada por el actual presidente autonómico, Eloina Núñez concedió por valor de casi cuatro millones de euros, un nuevo para la seguridad de los hospitales y centros de atención primaria. Estamos hablando de 57 millones de euros, de los que 37 estarían bajo sospecha.

Y es que en este país, hay muchos que ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.