El pasado viernes 19 de julio, el cabo primero Roberto González Cinza, militar de profesión, buzo de vocación y destinado en la Unidad de Buceo de Ferrol, llegaba a la plaza del Obradoiro completando los más de 112 kilómetros que separan Ferrol de Santiago de Compostela y que componen el Camino Inglés.
Hasta aquí todo normal. Fin del camino. Satisfacción, cansancio y pies doloridos. Lo extraordinario de esta historia es que este apasionado del deporte y del atletismo completó las cuatro etapas del Camino Inglés exclusivamente corriendo, sin parar, salvo para algún avituallamiento rápido.
Sumando los tiempos de carrera de cada etapa, Roberto completó el recorrido, los más de 112 kilómetros, en 11 horas. El primer día, 16 de julio, honrando a la Virgen del Carmen, patrona de la Armada, corrió desde Ferrol a Pontedeume durante 2 horas y 35 minutos completando una distancia de casi 29 kilómetros. A la mañana siguiente, se calzaba de nuevo sus zapatillas para completar los más de 20 kilómetros que hay entre Pontedeume y Betanzos en poco más de 1 hora y 56 minutos. Durante la tercera jornada, ya con el cansancio asomando a sus piernas, Roberto corrió desde Betanzos hasta la localidad de Ordes, 33 kilómetros, durante más de 3 horas y 40 minutos. Sin duda la etapa más dura. Y finalmente, tras 4 intensos días de carrera, ponía fin al camino llegando a la plaza del Obradoiro desde Ordes completando los últimos 30 kilómetros del camino en poco más de 3 horas.
Sin lugar a dudas, su espíritu militar de disciplina y constancia, y su pasión por el deporte, han sido pilares fundamentales para que este buceador, natural de Narón y destinado en la Armada, haya conseguido completar esta hazaña admirada por todos en general y por el resto de peregrinos en particular, que en muchas ocasiones durante el camino le jaleaban y aplaudían cuando les pasaba corriendo como una “gacela” a su lado