La Xunta lleva años promoviendo y apostando por la rehabilitación de inmuebles destinados a usos residenciales, tanto a través de actuaciones directas destinadas a reforzar el actual parque público de viviendas, como de la concesión de ayudas económicas la particulares, comunidades vecinales y promotores.
A tal fin, impulsó la primera Ley de rehabilitación y de regeneración y renovación urbanas de Galicia, aprobada en abril del año 2019 con el reto de situar a la Comunidad a la vanguardia del país en esta materia, dándole un ánimo importante a las políticas de rehabilitación y apostando de forma decidida por la recuperación del patrimonio ya construido.
Además y en el campo de la rehabilitación residencial, Galicia fue una de las comunidades que mejor aprovechó la oportunidad que supusieron los fondos europeos del programa NextGenerationUE destinados a la vivienda.
A través de diferentes programas y líneas de incentivos convocados desde 2022, el Instituto Galego da Vivenda e Solo destinó ya más de 140 millones de euros a conceder ayudas a propietarios particulares, comunidades de vecinos y ayuntamientos para rehabilitar con el fin de mejorar la eficiencia energética de más de 24.000 viviendas en el conjunto de Galicia.
Ante el éxito de estas ayudas, que se resolvieron además en los dos últimos años con un elevado porcentaje de ejecución, la Xunta ha previsto publicar en 2024 una nueva convocatoria de los programas para rehabilitación energética a nivel de edificio, a nivel de vivienda y para la redacción de proyectos y del libro del edificio, con un presupuesto inicial de 37 millones de euros.
En este contexto, se puso en marcha el llamado programa Rexurbe, concebido para la compra de inmuebles abandonados y solares vacíos localizados en cascos históricos con el fin de rehabilitarlos y destinar las viviendas resultantes a alquiler a precios accesibles.
Además y en desarrollo de una de las figuras introducidas por la Ley de rehabilitación, la Xunta ya declaró un total de 7 Áreas Rexurbe en el conjunto de Galicia con la finalidad de facilitar la recuperación de conjuntos históricos declarados Bienes de Interés Cultural (BIC) a través de la apuesta por combinar y concentrar los recursos para que lleguen allí donde más se necesitan, posibilitando a la vez la combinación de diferentes instrumentos de financiación pública-privada.
Son, en concreto, las de Mondoñedo, A Coruña y Ribadavia, aprobadas en el año 2020; la de Tui, en 2021; las de Ribadeo y Ferrol, aprobadas un año después; y la más reciente de todas, la de Betanzos, declarada oficialmente en 2023.