Juan J. Burgoa-jjburgoa@hotmail.com
Centrando los frondosos jardines de Herrera se puede contemplar una estatua neoclásica hecha de bronce, representando al marino e ingeniero alicantino Jorge Juan y Santacilia. La estatua, erigida el año 1869, lleva tres escudos broncíneos en su pedestal: los de Ferrol, la Marina y España. Los dos últimos llevan como timbre una corona mural, símbolo de la Primera República que era el régimen entonces vigente en España. Pese a los años transcurridos y los cambios políticos sufridos desde entonces, en un ejercicio de coherencia histórica, ambos escudos republicanos han permanecido en su sitio hasta el día de hoy.
Fachada de Correos
En la fachada del edificio de estilo regionalista de Correos y Telégrafos en la plaza de Galicia, se observan en su frontis dos buenos escudos de piedra (los de Ferrol y España) que también se rematan con sendos escudos murales, en este caso como símbolo de la Segunda República, el régimen imperante en España cuando se construyó este edificio. De la misma forma que en el caso anterior, los posteriores cambio políticos no significaron la desaparición de estos escudos republicanos, al igual que el existente en la vidriera interior.
Otros perdieron los escudos
Por el contrario una serie de edificios con diferentes funciones durante el régimen del General Franco: Biblioteca Municipal (antes Banco de España), Instituto Concepción Arenal, Fundación Caixa Galicia (antes Gobierno Militar), Puerta de Navantia (antes E.N. Bazán), Universidad de Ferrol (antes Hospital de Marina), Capitanía General y otros, perdieron los escudos de esa época, basados en el de los Reyes Católicos ( con alguna variante), pero siempre portando el águila nimbada de San Juan introducida por los citados reyes como figura distintiva de su blasón.
Todos estos escudos nacionales, que eran el símbolo histórico de una época y que no constituían la representación de una persona determinada, fueron hechos desaparecer. Unas veces fueron picados y otras retirados, en ocasiones fueron encajonados o tapados por otros símbolos o emblemas, e incluso en el caso de una entidad bancaria, hoy en entredicho, fueron substituidos nada menos que por la representación de una hucha monetaria.
Llegado este punto conviene recordar a muchos desconocedores del tema que esos escudos retirados o destrozados (los del llamado “aguilucho”), de ninguna forma pueden llamarse preconstitucionales. Precisamente un escudo de ese tenor, con el Águila de San Juan, presidía la primera página de la Constitución promulgada el año 1978.
El posterior escudo (sin el “aguilucho” y con corona real), que algunos han venido llamando constitucional, como debería saberse, se promulgó el año 1981, mil días después de entrar en vigor la Constitución. Es simplemente, sin discusión pero también sin adjetivos, el actual y único escudo oficial de España.
Todo este preámbulo viene a cuento porque, tras cinco años de abandono y falta de uso, parece ser que el edificio portuario que en su momento fue sede de la Aduana va a ser utilizado para acoger de forma temporal a la Guardia Civil. Como es costumbre en la Administración autista que sufrimos, los ciudadanos no hemos sido informados con exactitud sobre la función que tendrá dicho edificio, acaso carácter administrativo, logístico u operativo, por lo que no se sabe si será el lugar adecuado para esa institución estatal (nos tememos que no). De todas formas es siempre una buena noticia el hecho de que se ponga en valor un edificio tanto tiempo abandonado.
El actual edificio de la Aduana está coronado por dos escudos de España, trabajados en piedra, pertenecientes al régimen político instalado en España después de la Guerra Civil. Ambas piedras armeras, amparadas por el águila de San Juan, son de diseño diferente, una de valores heráldicos ortodoxos y otra de formas más libres y heterodoxas, pero las dos de gran interés y curiosidad. Suponemos (nos enteraremos como siempre a hechos consumados) que en su momento ambos blasones serán retirados para ser sustituidos por el actual escudo reglamentario de España.
Un lugar lógico
Si los inoperantes políticos que llevan tantos años dirigiendo el Departamento de Cultura municipal hubiesen sido capaces en los 35 años que llevamos de régimen democrático en España de dotar a Ferrol de un museo, esta dependencia sería el lógico destino final de unos escudos que representaron un período histórico nacional, con el que evidentemente se puede haber estado o no de acuerdo. A ver que hacen en su momento los nigromantes y menestrales de turno.
POST SCRIPTUM
No pretendo juzgar ningún régimen político pasado, presente o futuro. Nunca hablo de política, entre otras razones, porque mi médico me lo ha prohibido, advirtiéndome que ello puede ser perjudicial para mi salud. Solamente escribo desde el punto de vista del Patrimonio Cultural, en este caso defendiendo que se conserve (a la vista o en museo) todo tipo de piedras armeras, como parte de la historia.
Como en mas de una ocasión hemos comentado,totalmente de acuerdo con tu escrito.
El que se expongan los escudos retirados,suponiendo que no se hayan»extraviado» me parece clamar en el desierto.
Si no se ha logrado exponer ,por ejemplo ,el Cristo de la Tahona ya indica el interés en este sentido.
Pero no solo hay que culpar al gobierno actual,el anterior solo se dedico a retirar y esconder los escudos citados en aras de la ¿normalizacion? de la vida ciudadana.
Tempos veredes………