Martina Aneiros, número 4 del PP es una clara apuesta por Ferrol en el 18-F

José Carlos Enríquez Díaz

La actual delegada de la Xunta en la zona se coloca en los puestos de salida para las elecciones autonómicas, con Diego Calvo a la cabeza, otra persona ligada a Ferrol,  en la candidatura del Partido Popular .

Para las próximas elecciones autonómicas, el partido coloca a un valor cada vez más en alza como Martina Aneiros en los puestos de salida. La actual delegada territorial de la Xunta en Ferrol ocupará el puesto número 4 en la lista popular de la provincia de A Coruña para el 18 de febrero.

Martina Aneiros (Ferrol, 1977) es licenciada en Derecho por la USC y posee el título de Especialista Universitaria en Derecho Tributario y Contabilidad. Además de ejercer como abogada durante más de veinte años (entre 2001 y 2022), fue concejala en el Concello de Ferrol y portavoz tanto del gobierno como del grupo popular en la oposición. Ostenta el cargo de delegada territorial de la Xunta desde hace dos años.

Sin embargo, el PSOE está tocado, mientras no termine de aclararse quién manda en él, mientras sigan luchando por una silla de la que vivir y mantenerse cómodamente sin dar palo al agua, sitúa en su candidatura en el puesto número 8 a un ferrolano.

El PSOE de Ferrol lleva en lucha continua con todo el mundo, la nacional, la regional, y si hace falta hasta con el afiliado de base que se pasó por allí para preguntar si podía hacer algo.

Los peores enemigos dentro de la política no se encuentran en los partidos adversarios, sino en el propio.

La política, la mayoría de las ocasiones, tiene más de simple y cruda lucha por el poder que de pugna entre ideologías, algo que queda claramente en evidencia en estas luchas entre miembros de un mismo partido que se supone tienen las mismas ideas. El problema es que mientras los políticos se dedican a estas conspiraciones de salón, desatienden su principal obligación, que es representar a los ciudadanos en las instituciones y gestionar -los que estén en responsabilidades de gobierno- los asuntos públicos. El día tiene las horas contadas y todo esfuerzo que se dedique a las pugnas internas se le resta a hacer política con mayúscula, a trabajar por el bien común. Esto es algo que deberíamos tener muy en cuenta los ciudadanos.

El conflicto que hoy padece el partido socialista en Ferrol, no es el primero que sufre tal grupo… el PSOE de Ferrol lleva varios años mostrando: la política convertida en un reality show.

Antonio Machado expresó una cierta admiración por la actividad política, pero también una prevención por la degeneración que ésta podía tener, especialmente cuando estaba ligada al poder. Así decía: «Haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros y probablemente contra vosotros».

Fue Machado precisamente quien denunció el hondo cainismo español, el destruir lo que no se entiende, embestir contra la belleza y el pensamiento, agruparse por los intereses más mezquinos. Y eso se tiende a congregar en torno al poder y a lo que representa una de las formas orgánicas de alcanzar algo ese poder: los partidos políticos.

Lejos de tomar partido con un fin colectivo y emancipatorio del que hablase Gramsci, los aparatos partidistas se han convertido en entes burocráticos, con afán de control, con prácticas cainistas y endogámicas, que no es extraño terminen estallando en luchas intestinas. Un partido es una mezcla de religión, familia, empresa y en algunos casos, mafia. Lo sentimental y lo dogmático, el utilitarismo y lo trascendental, se ofrecen en una misma bandeja. Democracias más formales que reales, donde el aparato, como la banca en el casino, siempre gana.

Unas luchas marcadas por el dominio orgánico al más bajo estilo de navajazos y cuchillos entre los dientes, lejos de la lógica confrontación dialéctica. Los sistemas de control de las bases, las redes clientelistas, el partido elevado a categoría total, un fin en sí mismo y no un medio para cambiar o mejorar la sociedad. Un cauce para llegar al poder u ocupar instituciones, donde la propia estructura y su actual subordinación al poder económico, termina por destruir, ya no cualquier planteamiento transformador, sino el más mínimo reformismo. Y los ejemplos están ahí, en el presente y en el pasado.

Lo vuelve a explicar, Machado: «Hay movimientos políticos que tienen su punto de arranque en una justificada rebelión de menores contra la inepcia de los sedicentes padres de la patria -mala praxis- el pueblo admira a trepas y arribistas».

El ruido, destruye la música. Lo define, Antonio Machado: «En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire, jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela».

Tenemos ejemplos recientísimos de la incompetencia e ineptitud de los cargos políticos. Ejemplos cercanos y recientes que nos pueden servir para ilustrar esta descripción los tenemos en un concejal de un partido político que hace pocos meses se hacía referencia a él en un diario digital como “el fichaje de oro” ¡Un partido puede nutrirse de dirigentes vecinales, lo que no vale son los ‘trepas‘! Ahora el fichaje de oro ha sido fichado para la diputación…

Las puertas giratorias entre entidades vecinales y partidos políticos no acaban de convencer a más de uno. ¿Los presidentes utilizan la asociación como trampolín para entrar en política? ¿O es que los partidos buscan perfiles activos de la ciudad para sus listas?

Con ello quiero mostrar que no solo es corrupción aquello que hasta ahora hemos dado en llamar corrupción. También la incompetencia y la demagogia deben tener, en cierta manera, ese trato. No cesar a quien ha demostrado sobradamente su ineptitud y legislar con la única intención de obtener el voto de los electores también es moralmente corrupción.

El avance de los que no tienen otra profesión que la de político es espectacular. Esos jóvenes que entraron en la política con sus carreras recien terminadas o a medio hacer, deslumbrados por el dinero y las pantallas que acompañan a los políticos, están ya gobernando los partidos y la nación. No tienen ni idea de como se crea empleo o de como se construye una empresa, pero saben hablar y mentir a la perfección y, maestros en la adulación, el sometimiento al líder, las cuchilladas y la corrupción invisible, están preparados para destacar en política.