El concejal de Cultura del ayuntamiento de Ferrol, José Antonio Ponte Far, presentó este viernes en comisión parte de las actividades que su departamento está organizando con motivo del 25 aniversario de la muerte de Gonzalo Torrente Ballester, que se cumple el próximo 27 de enero de 2024.
“Queremos aprovechar este aniversario para recordar y homenajear a uno de nuestros ilustres ferrolanos e Hijo predilecto de la ciudad, de la que tantas veces habló en sus obras” afirmó Ponte Far, recordando además que Torrente vivió su infancia, juventud y un lustro de su madurez en Ferrol, y prueba de esta importante unión y afecto a nuestra ciudad es que quiso enterrarse en la sepultura familiar del cementerio de Serantes, al lado de su casa natal.
Con motivo de 25 aniversario el Ayuntamiento de Ferrol quiere dedicarle un homenaje especial a su memoria organizando diversos actos culturales que tienen que ver con su obra. Una obra que, entre otros reconocimientos, fue distinguido con el Premio de la Crítica (dos veces 1972 y 1977), Premio Nacional de Narrativa (1981), Premio Príncipe de Asturias (1982), Premio Cervantes (1985), Premio Planeta (1988) y Premio Azorín (1994), entre otros, además de ser Doctor honoris causa por varias universidades nacionales y extranjeras.
Por eso, el 2024 será el año dedicado a Torrente Ballester y desde el área de cultura se avanzaron algunas de las actividades previstas dentro de este amplio programa. El día 27 de enero tendrá lugar la ofrenda floral, también en esta jornada conferencia del presidente de la RAG, Víctor Freixanes, así como una intervención musical con soprano y piano, estrenando una composición del catedrático y compositor Miguel Brotóns sobre Torrente Ballester.
El 28 de enero se representará la obra Las hermanas Recalde y para principios del mes de febrero mesas redondas en la Casa de Galicia en Madrid (días 6 y 7) para regresar de nuevo al Jofre el 15 con la obra Una gloria nacional.
En enero se seguirá desgranando el programa de actividades para conmemorar el año de Torrente Ballester, al que le gustaba decir que “Ferrol es una ciudad lógica enclavada en un lugar mágico”.