Una empleada de hogar acusada de estafa y de hurto en el domicilio donde trabajaba en Ferrol ha aceptado una condena que suma dos años de cárcel.
Lo ha hecho en el juicio fijado para este martes en la Audiencia Provincial de A Coruña y después de que, inicialmente, se pidiese para ella penas que sumaban tres años y seis meses de prisión.
El acuerdo de conformidad para la rebaja de la pena ha sido tras la consignación de 3.000 euros para hacer frente a la responsabilidad civil y al reconocerse el daño. Por delito continuado de hurto aceptó un año de cárcel y la misma pena por estafa.
A la heredera de la mujer para que la que trabajaba, debe abonar 1.586 euros y a la compañía telefónica con la que se produjo la estafa 2.184 euros.
Según recoge en su escrito de acusación, la encausada, entre agosto de 2016 y junio de 2017, prestó servicios como empleada del hogar en Ferrol en el domicilio de una mujer, de 95 años en ese momento.
En esa etapa, «aprovechando la libertad de movimientos que le otorgaba el desempeño de su trabajo y con la finalidad de obtener un inmediato e ilícito beneficio patrimonial, se apropió de 500 euros en efectivo y de diversas joyas, todas ellas de oro» que vendió.
Tras cesar como empleada del hogar, en julio de 2017, y sin consentimiento de la perjudicada pero valiéndose de sus datos personales y bancarios, contrató un combo de teléfono fijo e internet, así como cuatro líneas telefónicas móviles.