(Texto y gráficas de Niko Sánchez)—Nevena Dimitrijevic ( Serbia 2000 ) , por si sola o por pertenecer a la plantilla del Baxi. Todo sonrisa, jovial, buena compañera en el juego y en la vida social. Es una amante de la lectura, los idiomas, le gusta viajar y trabajar con niños…como me decía una compañera «es un encanto». Con tan solo 15 años y tras jugar un campeonato de Europa Sub-16 de baloncesto, abandona su Serbia natal para enrolarse en las filas del Canterbury canario. Tras un periodo de formación de tres temporadas, y un fugaz paso por la liga Serbia, da el salto a los Estados Unidos fichando por el equipo de la Universidad de St. Francis Brooklyn en Nueva York en el que está tres temporadas y se licencia en Economía.
En verano de 2020 se incorpora a la disciplina del Baxi Ferrol dónde hace su debut como jugadora profesional y se proclama campeona de liga Challenge.
Y…con ella estamos, con ella charlamos.
N S.-Se dice que, en Serbia, el baloncesto es casi una religión, ¿Como empiezas a jugar al baloncesto?
N D.-«Correcto, en Serbia decimos que somos “land of basketball”. Yo siempre digo que en Serbia el baloncesto se vive de otra manera, con mucha pasión y mucho amor.
De pequeña me atraían más otros deportes, como volleyball o tenis, porque en aquel momento las selecciones femeninas de Serbia tuvieron mucho éxito, pero mis padres nunca llegaron a apuntarme.
Mi padre había sido jugador del fútbol y también árbitro, así que diría que la determinación viene de él.
Al baloncesto empecé a jugar cuando tenía 8 años. Unos entrenadores de la escuela vinieron a mi colegio a promocionar el club y a apuntar todos los niños que quisieron probar. Mi hermano mellizo se lo contó a mis padres y llevaron a probar. Yo fui más por mi hermano, porque siempre hacíamos todo juntos.
Siendo sincera, lo primero que pensé fue: “No quiero jugar al baloncesto, es un deporte muy físico.” Poco sabía en ese momento que se convertiría en una de las cosas más importantes de mi vida. Fue un amor a primera vista y siempre les estaré agradecida a mi hermano y a mi padre».
N S.-¿Cuando te das cuenta de que puedes llegar a jugar a nivel profesional? ¿Cuál ha sido tu «secreto» para llegar?
N D.-«Era mi sueño desde que primero empecé a jugar. Pero creo que el momento en el que me di cuenta de podría hacerse realidad fue cuando fuí convocada con la selección sub 16 por primera vez. Era una de las más jóvenes del equipo, la mayoría de mis compañeras ya habían competido en las ligas profesionales, así que competir con ellas me dio mucha confianza para seguir trabajando e intentar a convertir mi sueño en realidad.
No creo que haya un secreto. El trabajo duro y muchas horas de dedicación te llevan a conseguir tus sueños. En mi caso también mucha resiliencia debido a las lesiones».
N S.-Mides 1,60m. ¿Ha sido la estatura un hándicap en tu carrera, ¿o por el contrario ha sido una motivación?
N D.-«Sin duda ha sido una motivación, demostrar que con mucho trabajo y determinación es posible conseguir todo lo que te propones.
Hoy en día, es más una motivación para inspirar a las generaciones que vienen y todos los niños que me ven jugar y a lo mejor piensan: “Si ella ha llegado a ser profesional, yo también puedo.” Es lo que realmente me hace muy feliz y me motiva para seguir trabajando».
N S.-Internacional sub 20, profesional en la liga challenge , ¿donde está tu techo?
N D.-«Intento no mirar hacia atrás, pero tampoco pensar mucho en el futuro y en los objetivos. Siempre intento estar presente y centrarme en hacer el trabajo día a día para luego poder aprovechar las oportunidades que vienen como resultado.
De momento toca seguir trabajando, como digo, día a día, seguir creciendo como jugadora y persona. Lo que tengo claro es que me gustaría seguir disfrutando de este deporte por muchos años más y seguir impactando las vidas de las generaciones que vienen».
N S.-Viniste a Ferrol con tu selección a jugar el PreEuropeo sub-20 hace ya unos años. ¿Te imaginaste que terminarías jugando aquí?
N D.-«No me lo imaginaba para nada. Aunque tengo muy buenos recuerdos de Ferrol, siendo sincera, he de decir que lo único que se me quedó grabado en la mente de Ferrol era el mal tiempo durante esos cinco días. No tuve mucho tiempo para visitar nada de la ciudad ni de todas las playas bonitas a su alrededor. Pero después de una temporada viviendo aquí, puedo decir que me ha sorprendido mucho para bien».
N S.-¿Que te hizo elegir Ferrol?
N D.-«Al ser mi primera experiencia jugando como profesional, era importante para mí escoger un club donde estar bien cuidada, rodeada de buena gente, con la actitud positiva y donde crecer como jugadora y persona. El Baxi es un club con mucha historia y sabía que me haría crecer».
N S.-«-Un equipo prácticamente nuevo respecto de la temporada anterior con muchas caras nuevas. ¿Hace eso que la adaptación sea más fácil?
N D.-«Sin duda, y también creo que ha sido una de las claves para el éxito este año. Fue la primera vez que estoy en un equipo con tanta química. El llevarnos muy bien dentro y fuera de la pista nos hizo conectar y adaptarnos más fácil a todo.
N S.-A nivel personal, ¿qué valoración haces de la temporada? ¿Hay un antes y un después de la lesión de rodilla?
N D.-«Creo que he crecido mucho como jugadora. Poder competir cada día con unas grandísimas jugadoras, aprender de ellas y del staff no lo cambiaría por nada. Lo de la rodilla, por suerte, se quedó en un susto. Ya que había pasado por muchas lesiones de rodilla, siempre cuesta volver a tener esa confianza».
N S.-Ferrol ha sido desde siempre una ciudad muy ligada al Baloncesto, incluso llegó a ser sede de la fase final del Mundial de 1986. ¿Como valoras a la afición ferrolana?
N D.-«Lo que he vivido esta temporada aquí en Ferrol, no lo he vivido en ningún sitio. El apoyo lo hemos podido sentir durante toda la temporada, en lo bueno y en lo malo. El pabellón lleno y la gente viviéndolo todo con mucha emoción. ¡Gracias afición!».
N S.-Además de jugadora te has involucrado con la escuela de Baloncesto del Uni . ¿Como ves los equipos base?, ¿crees que hay cantera?
N D.–«Me gusta mucho estar rodeada de los niños, me alegran cada día y espero haber podido impactar sus vidas de alguna manera. Me he enganchado tanto a ellos, que decidí quedarme en Ferrol hasta que se acaben los entrenos.
Creo que hay una muy buena cantera en la ciudad y con mucho futuro. Hay mucho talento y los equipos están en buenas manos, con entrenadores increíbles. Habrá que seguir trabajando y tengo muchas ganas de ver todo lo que consiguen en un futuro».