(EP)-El tribunal militar de A Coruña, que juzgó en julio de este año el accidente de la fragata «Extremadura» en el que murieron dos militares en diciembre de 2005, cree que el apagado de las calderas no hubiese evitado el siniestro, según señala en su sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press.
En ella, confirma la absolución del jefe de máquinas, Pablo Varela. No obstante, señala que procede remitir testimonio al mando de la Armada con potestad sancionadora al entender que de los hechos podría derivarse una infracción disciplinaria y la apertura, en consecuencia, de un expediente tanto del jefe de máquinas como del suboficial, Alonso García de Paredes.
En su fallo, el tribunal afirma que «no ha quedado acreditado que si se hubiesen apagado las calderas se habría evitado el reventón del tubo de la caldera y con ello las dos muertes». También descarta falta de mantenimiento de la fragata, ausencia de medidas de seguridad o que su antigüedad hubiesen podido influir en el siniestro.
Asimismo, indica que «aunque se anuló el período de inmovilización programada no se dejaron de hacer tareas de mantenimiento» y añade que esta anulación no tuvo «incidencia» en la explosión de la caldera.
Reclamación patrimonial
Tras conocer la sentencia, la acusación particular de la familia de Erk Noval, uno de los marineros fallecidos, ha confirmado a Europa Press que iniciará la vía de la reclamación patrimonial. También ha pedido que «se cumplan con diligencia» las posibles infracciones disciplinarias.
La Fiscalía Militar y las dos acusaciones particulares solicitaban entre 1 y 3 años de prisión por «ineficacia en el servicio» para el jefe de máquinas.
Además, la acusación pedía responsabilidades civiles que, en ambos casos, superaban los 300.000 euros. Por su parte, la defensa solicitaba la libre absolución del procesado, alegando que el accidente se produjo por un «fallo material» en el tubo de bajada de la caldera.