Parece que todas las semanas intentaré mantener contacto con mis compañeros molantes y nada mejor para los jóvenes y jovencitos, yo ya soy un maduro de reserva del 42, que traer a mi memoria mis pequeños recuerdos de antaño.
Dicen que con la edad vas volviendo a tus años mozos y sin embargo vas perdiendo la memoria en el presente, no se si será así pero.. allá voy.
Me quedaron grabados varios recuerdos, entre ellos cuando los domingos salía a pasear con mis padres por la calle Real, de Armas a Amboage y de Amboage a Armas. La calle estaba «abarrotá» y por lo que veía, allí nos conocíamos todos. Mientras en el Cantón otro buen grupo también se dedicaba al paseo, eran marineros y soldados, de los muchos con los que contaba la ciudad al ser la mili obligatoria, que acudían a la cita con sus novias y amigas. Dos lugares identificativos de la sociedad de los años 40-50.
No me olvido de la gran pantalla luminosa con los resultados de los partidos de fútbol que se encontraba instalada en una fachada al lado de Mejuto. Y hablando de resultados recuerdo siempre las dos grandes pizarras que instalaba El Correo Gallego , en la última manzana de la calle Real, a mano izquierda dirección Amboage, para ir escribiendo en ellas los primeros premios de la Lotería de Navidad.
¡Qué tiempos sin ordenadores ni aparatos de radio portátiles!.
Mientras tanto los chavalitos de la calle del Hospital y de la Tierra nos juntábamos para ir «al terreno» y a «los Cuartelillos» para enfrentarnos a los grupos que bajaban de Canido. Y cuando no había batalla a «pedradas» jugábamos al resbalillo desde los alto de los Cuartellos a la calle de los Muertos (hoy Coruña). Los Cuartelillos eran unas instalaciones de madera forradas con chapa en las que hubo de todo, desde aulas escolares a dependencias de los Exploradores de España así como una vivienda de un empleado municipal
Frente a los Cuartelillos una gran explanada, desde la calle de los Muertos al callejón de Pardiñas, que llamábamos «el terreno» en donde recuerdo que un año se instaló el circo Ramper.
Y hablando de Circo, ..no me puedo olvidar tampoco con que alegría mis padres me llevaron al Circo Americano cuando se instaló en la que hoy es plaza de la Constitución. Antes de entrar a la función nos sentamos en una de las mesas del café-bar instalado bajo el palco de la música o en la heladería «La Ibense» los mejores helados de Ferrol a cuyo frente se encontraban los padres de Guillermo Llorca, Pepe y Amelia. Pepe era muy amigo de mi padre, hizo la mili en el «Sánchez Aguilera» donde mi padre estaba destinado…,
Bueno, y por hoy, por no ofrecer «un ladrillo», hasta aquí mis pequeños recuerdos esperando que a algunos de mi edad les pueda refrescar la memoria. ¡Qué tiempos!
En la década inicial del 40 ya era así
El toontódromo c Real frente a piscina del casino en invierno y festivos y el circo feijoo frente cuartelillo.etcect