“Estamos en un Estado de Derecho y de igualdad de sus ciudadanos ante la Ley, donde las resoluciones judiciales deben de ser cumplidas y acatadas por todos, sean de nuestro agrado o no. Aquí y ahora, juntos pedimos justicia para mi hija y que esta concentración sirva también de reivindicación y solidaridad con todos aquellos menores que, sin causa que lo justifique, son privados contra su voluntad de la compañía y disfrute de alguno de sus progenitores, madre o padre”.Asi se manifestaba Juan Alfonso Balsa en el transcurso de una concentración celebrada en la tarde de este sábado en la plaza de Amboage de Ferrol en demanda de que se cumpla la sentencia del Tribunal Supremo en relación con su hija Lidia, de doce años, con la que no puede mantener ni un solo contacto desde hace siete meses por haberla alejado de él su ex esposa.
Eran las ocho de la tarde y un buen grupo de ciudadanos, entre ellos los abuelos de Lidia, familiares, compañeros y amigos, se dieron cita en la ferrolana plaza de Amboage para demandar “de la Justicia lo que es justo”, que se cumpla el fallo del Tribunal Supremo en favor de Juan Alfonso Balsa mediante el cual podrá disfrutar en días señalados en el auto judicial de la compañía de su hija y a la vez del piso de su propiedad en Las Rozas que desde el mes de julio sigue ocupado por su ex aun cuando debería poder estar él residiendo en el mismo.
Fue un acto sencillo, pacífico, sin voces, solo las de Juan y las del abuelo de Lidia, aplausos, y un minuto de silencio mientras Ana, la gaiteira, interpretaba la marcha del Antiguo Reino de Galicia.
Y en todo momento un único sentir que se reflejaba en una improvisada pancarta “Te queremos y te echamos mucho de menos Lidia”.
«DESDE EL 24 SE FEBRERO SE APAGÓ SU LUZ»
“Mi nombre es Alfonso Balsa y os quiero dar las gracias por asistir a esta concentración pacífica y solidaria en favor de los derechos de un padre y una hija, reconocidos por sentencia judicial firme y vulnerados hace más de siete meses, un día 24 de febrero, día en el que padre e hija se disponían a disfrutar de unas vacaciones de Carnaval aquí, en compañía de su familia paterna y amigos, en esta tierra que vio crecer a mi hija y que ella tanto amaba. Ese día desapareció de nuestras vidas , se apagó su luz y desde entonces no hemos vuelto a saber nada más, y no porque así lo haya decidido ella o nosotros voluntariamente”.
Tras indicar que esta es la primera de las concentraciones solidarias, la próxima será en Doniños, “en tanto no se restablezca el vínculo entre padre e hija recogido en Sentencia firme” Balsa indicó que “En cada concentración encenderemos una vela para mantener viva esa luz que siempre nos dio mi hija y en señal de esperanza para que pronto podamos volver a disfrutar de ella y ella de todos nosotros”.
Tras unos aplausos por parte de los asistentes tomó la palabra el abuelo paterno de Lidia que quiso mandar un mensaje de solidaridad y esperanza.
LLAMAMIENTO DE UN ABUELO, “QUE SE CUMPLA LA JUSTICIA”
Alfonso Balsa Villar agradeció la presencia de los asistentes “a esta concentración pacífica y solidaria en favor de mi nieta menor, nuestra benjamina,, porque desde hace siete meses no nos permiten ver si hablar con ella.
Toda mi familia estamos muy tristes y no pasa un solo día en el que no nos acordemos de nuestra querida nieta muy vinculada a su familia paterna desde su nacimiento.
Esta plaza donde nos encontramos hoy no es una plaza cualquiera, es la plaza donde todos mis nietos jugaron desde su tierna infancia y donde fueron creciendo en armonía y cariño rodeados de sus familiares y amigos, lugar de encuentro familiar durante muchos años.
Solo pedimos y deseamos como miembros de la familia paterna que se cumplan las resoluciones judiciales y que podamos ver a nuestra nieta feliz y dichosa como siempre estuvo cada vez que venía a Ferrol, su casa.
Estés donde estés mi querida nieta que sepas que aquí tienes y siempre tendrás a tu familia que te quiere mucho y te echa mucho de menos , con tu plato de caldo gallego y tu jamón asado del abuelo esperándote”.
Y ..silencio, un minuto, mientras el sonar de la gaita de Ana hacía llegar por los aires la Marcha del Antiguo Reino de Galicia…lo hacía llegar hasta el lugar en donde se encuentre Lidia.
Justicia.
Raras veces eso se encuentra en un Juzgado, donde uno tan sólo vá a que le apliquen la legislación. Que no es lo mismo que la Ley.
Animo a ese padre.