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El Ayuntamiento de Neda ha finalizado los trabajos de separación de la red de pluviales en la conocida curva do Regueiro, en el casco urbano. Una actuación modesta, pero que resulta fundamental para la zona, pues ataja el origen de los hundimientos del firme que se han producido en las inmediaciones, con peligro para la circulación rodada. El último, en el mes de enero del 2021.
La obra, sufragada con fondos propios, completa el proyecto de separación de la red de pluviales y de aguas fecales en el entorno del Regueiro, desarrollado tiempo atrás con el apoyo de la Diputación de A Coruña, extendiendo la actuación a un tramo que había quedado pendiente.
De esta forma, según explica el alcalde, Ángel Alvariño, se evitará que el agua de la lluvia y la escorrentía, que baja del monte Marraxón en días de tormenta, pueda infiltrarse en las canalizaciones que conducen las aguas residuales, aumentando la presión e incluso provocando su rotura. Un problema que se apunta como causa probable de los socavones que nos últimos años se registraron en la calle del Regueiro.
En este contexto, el regidor municipal subraya que esta mejora en la red de servicios básicos resulta clave para impedir que esos accidentes se repitan, y para garantizar la seguridad en el entorno. Finalmente, agradece a los propietarios de los terrenos situados al lado del camino las facilidades dadas para acometer los trabajos.
