José Perales Garat
En 1943 se inauguró la Escuela Naval Militar en Marín, villa que (como casi todo el mundo sabe) está en Pontevedra. No voy a criticarlo a estas alturas, ni mucho menos, pero seguramente tenga todo que ver con que la Armada y su Capitán General pusieran menos ahínco en honrar a su patrona en la ciudad de Ferrol: si el jefe de estado preside una celebración en Marín, nos vamos todos a Marín.
El 15 de julio de 2022 puede pasar a la historia como el momento en que se refundaron los fastos en conmemoración a la Virgen del
Carmen, advocación mariana patrona de todas las marinas españolas -también de la de guerra- desde que lo firmaron en un Real Decreto María Cristina de Habsburgo y Cristóbal Colón el 19 de abril de 1901.
Lo que pueda pasar a partir de ahora con la celebración es un misterio insondable para los que no tenemos poderes de adivinación, pero podría ser que se consolidase y que se fueran uniendo cada vez más instituciones y particulares, que a los de Ferrol lo de procesionar se nos da bárbaro, y que en unos años tengamos otra fiesta de interés turístico que goce de la protección de los poderes públicos y, por qué no, genere movimiento en una ciudad tan necesitada de diversificar sus fuentes de ingresos y de desestacionalizar el turismo.
El verano es muy proclive a las fiestas gastronómicas, no como Ferrol, que no acaba de conseguir que ninguna eche raíces… y a mí no se me ocurre una oportunidad mejor para aprovechar el -por ahora tímido- renacimiento de nuestro barrio portuario, que promover unas fiestas del Carmen en las que la música, la gastronomía y la diversión nos conviertan en un buen puerto en el que propios y extraños podamos degustar esos extraordinarios productos
que Dios puso en nuestras aguas cuando se echó a descansar y esos de la tierra y de la mano del hombre que cada vez son más valorados y tratados con más delicadeza por nuestros cocineros.
Y por supuesto que podemos, y seguramente debamos, insistir en muchas otras cosas que podrían atraer otro tipo de visitantes -me parecen muy atractivas e interesantes las propuestas de la feria de la Ilustración, las cenas en lancha y el festival de jazz- pero no se me ocurre mejor hilo conductor para unas fiestas que honrar a la patrona de tantos ferrolanos que viven de, para y por la mar, ni mejor escaparate para la ciudad que el que ya han supuesto de forma incipiente la procesión por el barrio de la Magdalena y el Arsenal, el acto de la Armada en la explanada de la Sala de Armas, la procesión marítima y la procesión final hasta esa Capilla del Socorro donde nos protege el Cristo de los Navegantes, una de las imágenes más veneradas de la ciudad.
Pues ahora le añadimos pan y empanadas de Neda, pimientos del Couto, quesos del Eume, bollería de Puentedeume, marisco de las cofradías de pescadores, carnes del Forgoselo, vino de Esmelle o de la IGP de Betanzos, conservas del Ortegal, productos de las huertas de nuestras cooperativas, nuestros cantos de taberna, coros y rondallas, un barrio engalanado y un poco de buen tiempo, y tenemos unos días de fiestas en los que esos miles de peregrinos que parten precisamente de ese barrio, se van a encontrar una ciudad que sabe, y siempre ha sabido, encontrar un motivo para pasárselo bien, y para eso sólo hacen falta un pequeño escenario y unas cuantas casetas.
Lo extraño es que no se le haya ocurrido a nadie en ochenta años, la verdad, pero no por ser el que lanza la propuesta voy a hacer un alarde de falsa humildad: Tenemos una oportunidad de oro, que espero que aprovechemos, que puede escalar hasta concentraciones de vela tradicional, competiciones náuticas, cucañas, bautismos de mar, travesías a nado, un triatlón a cualquier otra cosa que se nos ocurra y tenga alguna relación con esa mar tan ferrolana. Ojalá lo veamos.
Querido hermano. me ha encantado, como siempre, tu último artículo y no menos la fantástica idea que propones. No obstante, me gustaría puntualizar que si se llegara a realizar, convendría que se llevaran otras fiestas y eventos (la medieval, por poner un caso) a otras ubicaciones y darnos un respiro a los sufridos habitantes de Ferrol Velho. Y rezo anticipadamente a la Virgen del Carmen para que no nos quiten los aparcamientos y las aceras en la calle San Francisco.
Muchísimas gracias, Juan.
En mi idea, sólo el muelle debería acoger actividades náuticas, y el resto debería abrirse por la ciudad. La Alameda de Suanzes es el sitio ideal para la feria gastronómica, los conciertos podrían ser en la Plaza de la Constitución, las procesiones como han sido este año… pero una concentración de embarcaciones tradicionales, una regata de vela o de traineras, bautismos de buceo, cenas en lancha y muchas cosas más.podrían conformar una estupenda semana náutica.
Y yo también espero que humanizar no signifique incordiar.
Hay que reconocer aquí el acierto de la Junta de Cofradías con su presidente el Sr. Carreño a la cabeza.
La idea que propone me parece muy buena. Es cuestion de implicar a más entidades y que se pongan manos a la obra
Pues se puede empezar por llamar al Club del Mar y a los hosteleros, pero ya digo que no sé si algún día llegará a pasar. Y sí, Don César Carreño y la junta han vuelto a hacer un excelente trabajo.