El Ayuntamiento de Valdoviño ha recibido este jueves, día 9 de junio, las obras del campo de fútbol de hierba artificial de Mourente, en Lago.
El alcalde, Alberto González, y los concejales de Deportes, Sergio Saavedra; Servicios, Germán Gómez, y Obras, Alejandro García, realizaron una visita de fin de obra con los técnicos de la Diputación de A Coruña, cofinanciadores de la intervención, y el director de obra.
Valdoviño estrenará así su segundo campo de hierba artificial, tras una intervención no exenta de vicisitudes. Entre ellos, la resolución del contrato a la empresa adjudicataria, lo que obligó a volver a licitar la acción en un engorroso proceso administrativo que se prolongó por un período de 2 años.
En el campo se han invertido más de 300.000 euros, de los que unos 270.000 correspondieron a la obra de habilitar el campo de fútbol de hierba artificial, sistemas de riego, saneamiento, construcción de canalizaciones y aceras… y algo más de 33.000 euros, a la renovación de sistemas de iluminación, reemplazando los 16 proyectores anteriores por 28 de diferentes tipos de tecnología LED. También está en marcha una tercera intervención, con la construcción de 3 nuevos vestuarios en el lateral de la grada con una inversión cercana a los 130.000 euros.
La actuación fue una necesidad, ya que el terreno de juego presentaba serias deficiencias, ya desde su construcción, que impedían un uso continuado. Instalaciones que ahora pueden ser utilizadas por los clubes de la localidad, sobre todo fomentando las escuelas de fútbol base, tal y como apunta el alcalde.
UN PROCESO LARGO
El Ayuntamiento adjudicó las obras en enero de 2019, con un plazo de 7 meses. Durante los primeros 2 meses se terminaron los trabajos de movimiento de tierras y la instalación del sistema de riego y saneamiento, pero a partir de mediados de año la situación dió un giro inesperado. Los incumplimientos de plazos e intervenciones por parte de la empresa eran constantes y los requerimientos realizados por el Ayuntamiento, desatendidas. Se inició entonces el procedimiento de rescisión administrativa, que se formalizaría en octubre de 2020.
Pocas semanas después, el Ayuntamiento adjudicaba el contrato a la segunda empresa con la mejor oferta presentada al concurso abierto en su día. Esta empresa asumió las tareas pendientes: instalación y ejecución de las aceras perimetrales, la consolidación de la base del terreno de juego y la instalación del césped artificial.