El pleno del Concello de Cedeira aprobó en la reunión de la pasada semana su unánime adhesión al manifiesto de rechazo al parque eólico marino flotante Nordés, que promueve la sociedad formada por Bluefloat Energy e Sener Renewable Investments.
La totalidad de la corporación se suma así, a través de una moción del grupo de gobierno que aprobó previamente la Junta de Portavoces, al documento firmado por la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores y otras 28 organizaciones empresariales del sector, defendiendo que “la pesca en sí misma ya forma parte de la solución para paliar el cambio climático” y rechazando la instalación por su impacto en la biodiversidad del ecosistema marino.
El Concello de Cedeira, que es una de las instituciones consultadas en el procedimiento de determinación del impacto ambiental del proyecto, adelanta así su postura con respecto al mismo, que afecta a los más de 4.300 barcos y 12.000 pescadores que trabajan en el caladero nacional del Cantábrico-Noroeste, así como a los 48.000 puestos indirectos que esta actividad soporta en tierra. La corporación acuerda, en su posición, con el rechazo también expresado por parte de la Cofradía de Pescadores de la propia villa, y sale en defensa de un sector esencial para la economía local.
El rechazo al parque eólico marino Nordés se argumenta por la contaminación acústica que producirían los molinos eólicos y las consecuencias del ruido sobre aves y mamíferos marinos, así como por los cambios en las olas y corrientes marinas y el efecto que tendría esto sobre los sustratos y la biodiversidad.
Junto con estos puntos, el manifiesto alude a las grandes incógnitas que existen sobre el verdadero impacto de estos parques eólicos marinos e invoca el “principio de precaución antes de proceder a cualquier desarrollo de estas industrias en nuestros mares, pues no se puede jugar con la naturaleza ni con el futuro de muchas familias”
No a los eólicos en los montes, no a las nucleares cerca, no al carbón, no a las centales marinas….
En serio… creo que algunos deberían dejar de soñar con unicornios de energía infinita con enchufes polifásicos en el ojete y entender que, si vamos a cambiar el paradigma a energía verde, ésta ha de obtenerse de todas las maneras posibles.
Si, mil veces sí a los parques eólicos. En el mar, en la tierra y espero que pronto en el cielo. Y a la energía solar y a la nuclear.
Y al que diga que no, que tenga los arrestos de presentar una alternativa viable o que se calle para siempre. A llorar a la llorería.