Pedro Sanz
Hace unos días mi buen amigo Rafa Permuy me recordaba aquellos tiempos en los que desde mi más que querido Puerto de Bares, en donde estaba destinado como maestro, ejercía como delegado del periódico Ferrol Diario , cubriendo diariamente dos de sus páginas dedicadas a Ortigueira y Vivero. Tiempos magníficos en los que mi labor como enseñante la acompañaba como activista social, no dedicado a la Política, con mayúscula, sino a la ciudadana.
Eran otros tiempos de los que siempre tendré en mi memoria, y de los que forman parte de mi vida y espero que a no tardar mucho puedan aparecer en mi libro de memorias, ya en marcha, y en el que espero ofrecer una interesante colección de «auténticas perlas».
¿A qué viene este preámbulo? pues a que este pasado 12 de enero, fue, es, una fecha que llevo grabada «de por siempre», al igual que lo está en el registro civil y los archivos parroquiales de san Julian.
He llegado casi a la meta de una larga vida. El cartel final lo pondrá «el de arriba» cuando quiera llamarme. Mientras…un año más de soplar velas y en el que a partir de ahora me pondrán el acompañamiento de octogenario.
Ochenta años, bien o mal llevados, aquí depende del dicho famoso del color del cristal con que se mira, han dado para mucho, para lo bueno y también, debo reconocerlo, para lo malo porque uno como cualquier mortal también comete errores.
Ochenta años y aquí sigo, al pie del cañón, y con la idea siempre fija de «morir con las botas puestas».
Se que «no queda mucho» pero el tiempo que se me permita seguir en la brecha lo seguiré dedicando a una vida activa, al contacto diario con los lectores de Galicia Ártabra, a actividades socio-culturales, y sobre todo a mi contacto con amigos, con los de verdad, con los que me han acompañado en los buenos y malos tiempos, con los que a pesar de injurias y calumnias de algunos y algunas ( que de eso no faltó), han sabido mantenerse fieles a la amistad, al compañerismo.
En mi vida he tratado de sobresalir en determinados momentos y quizás con ese «sobresalir» me he ganado enemistades sin saber porque, ¿cainismo, envidias, rencores, celos, malmeteres …? no faltaron..ni faltarán, pero aun sabiendo quienes han sido, y son, ya a mi edad me viene a la memoria aquello de «lo que el viento se llevó», y..a seguir viviendo.
Hoy solo quiero agradecer a mis padres el esfuerzo que hicieron dejándome como herencia una vida llena de buenos momentos, unos estudios, y sobre todo el amor y entrega a los míos, a mis gentes, a mis compañeros, amigos, conocidos..a mi Ferroliño, es decir..un saber vivir.
Gracias a todos. Me viene a la memoria un mensaje que envié hace años precisamente a un amigo que cumplía los ochenta «Cumplir 80 años creo que otorga dignidad. Es una cifra distinguida que hay que tomar con seriedad. Pero no es este tu caso porque sigues siendo un chaval». Ojalá siga en mi, se mantenga, aquel chaval que fundó junto con Pancho y Moncho los Boy Scouts en Ferrol, manteniendo el «siempre listo para servir a los demás», como otras muchas realizaciones por mi iniciadas y de las que otros se han beneficiado, pero..así es la vida
Prometo seguir «dándoles la lata» desde Galicia Ártabra y volver a revivir aquella sección diaria de «acaneando«..será mi contacto diario …con los que lo quieran leer, .. .jeje. Un abrazo de este octogenario.
PD/ Agradecer el buen número de felicitaciones recibidas, siempre reconforta.
Muchas felicidades ochentañero
Muchas felicidades, Señor Director:
Mantenerse en la brecha a esa edad es un ejemplo de compromiso que ya quisieran muchos para sí.
Un abrazo grande.
Felicidades y enhorabuena. Gracias por lo bien que nos has tratado siempre y por informarnos de las cosas de nuestro querido Ferrol.