Juan Cardona Comellas-(juan@juancardona.es)
Estimado Sr. Joe Biden, Presidente de EEUU: Permítame el atrevimiento de dirigirme a usted, aprovechando la conexión que mantiene con nuestra querida vicepresidenta, la ferrolana Yolanda Díaz; ya que según ella: «usted mira a España en busca de ejemplo» y «quiere legislar en el sentido que lo hace el Gobierno de Sánchez» remata diciendo que usted «está insertando vientos de cambio en toda la acción pública, en la acción economía, fiscal y, por supuesto, en la social».
Yo, más modestamente y con el solo propósito de informarle le tengo que decir que sentí una enorme satisfacción cuando le oí proclamar que se establecía el 11 de octubre como el «Día de los Pueblos Indígenas»; ya que aseguró en su proclama: «Hoy en día se reconoce la historia dolorosa de errores y atrocidades que muchos exploradores europeos infligieron sobre las naciones tribales y las comunidades indígenas». Al leerlo pensé: Por fin se reconoce las matanzas, desplazamientos, robos de sus tierras, y confinamiento en reservas de las tribus indígenas que la expansión de sus conciudadanos realizó hasta alcanzar la costa Oeste de su país. En principio fueron los colonos británicos y posteriormente el ejército del joven Estado USA que cometieron
todas las atrocidades inimaginables para «colonizar» el vasto territorio al Norte
de Río Grande o Río Bravo en versión mexicana.
Al profundizar en la lectura de la proclamación presidencial encontré una serie de perlas que solo se pueden atribuir a una notable ignorancia de la historia. Cita a Cristóbal Colón como italiano que «inició un viaje desde la costa de España a bordo de la Pinta, la Niña y la Santa María, tras garantizarse el apoyo de los Reyes Católicos. Si bien tenía intención de acabar la expedición en Asia, su viaje de diez semanas le llevó a las costas de Bahamas, convirtiendo a Colón en el primero de muchos exploradores italianos en llegar a lo que más tarde se conocería como las Américas».
Una aclaración, con independencia del lugar de nacimiento de don Cristóbal: El estado italiano, tal como lo conocemos hoy en día, se constituyó en 1861, con la proclamación del Reino de Italia. Los que siguieron al denostado Colón fueron súbditos de los Reyes españoles por tanto no eran italianos, a los que usted les reconoce todo tipo de méritos: «Hoy millones de ítalo-estadounidenses continúan
enriqueciendo las tradiciones de nuestro país y la cultura, con contribuciones
duraderas a nuestra nación». Omites, permíteme el tuteo, que los primeros
ingleses que llegaron a la costa oriental de tu país lo hicieron en 1607 (más de
cien años más tarde que don Cristóbal) estableciendo las «Trece Colonias» y
que tres años más tarde arribaron los «Padres Peregrinos», un grupo de
puritanos calvinistas, a bordo de Mayflower.
Metes en el mismo saco a españoles e ingleses; se te olvida, no creo que sea voluntario el faltar al rigor histórico, de la labor del Reino de España al construir durante trescientos años unos virreinatos que daban cabida a españoles, a criollos, a mestizos e
indígenas a diferencia de lo realizado por tus antepasados donde masacraron a los indígenas y prohibieron el mestizaje. Recuerda que, por el contrario, el Gobierno de Massachusetts pagaba doce libras esterlinas por cada cuero cabelludo de indio presentada, organizándose entre los señores british (sus antepasados) verdaderas partidas de caza con caballos y jaurías de perros cual «foxhunting» que tanto les gusta.
Aun reconociendo que en toda «conquista» está presente la violencia, en estos algo más de cien años de diferencia entre la llegada de Colón y los primeros colonos ingleses, y ciñéndonos exclusivamente a la vida del malvado conquistador Hernán Cortes (esto va para tu vecino del Sur, señor Andrés Manuel López Obrador), el reino de España había establecido en México el Hospital de La Purísima Concepción y Jesús Nazareno (1521), el Hospital San Lázaro (1524), el Hospital del Amor de Dios, el Hospital Real de Nuestra Señora de Belem (1527), o el Hospital de mujeres en Puebla (1535) y poco después el Real de Naturales. En el campo de la educación, a través de los franciscanos, se fundaron: La Escuela Franciscana en Tezcoco (1523), dos años más tarde otra Franciscana en la Capital (1525). La escuela trilingüe (náhuatl, latín y castellano) de «San José de Belén de los Naturales» con capacidad para mil niños o el Colegio «Imperial de la Santa Cruz de Santiago» de Tlatelolco en 1536. Siete años después de la muerte del conquistador se fundó la Universidad de San Pablo en la capital mexicana (1551). Tu querida y reconocida Harvard se fundó en 1636 para formación exclusiva de los hijos de los padres fundadores. Para vanagloriar en exclusiva a los italianos, me pregunto si “te han hecho una oferta que no podrás rechazar” (parafraseando al personaje de Vito Corleone).
Recuerda que a los indígenas norteamericanos se le otorgó la ciudadanía oficial en 1924, y que los matrimonios interraciales no fueron legalizados «plenamente» en tu país hasta 1967; compárala con La Cédula Real del 19 de octubre de 1514 (Fernando el Católico) donde se reconocían los matrimonios de indios e indias con «naturales de nuestros reynos» dando lugar a un verdadero mestizaje. Anteriormente la reina Isabel ordenaba ya en 1503 al gobernador Nicolás Ovando propiciar los matrimonios mixtos, «que son legítimos y recomendables porque los indios son vasallos libres de la corona española».
Tus vecinos del Sur lograron su independencia de España en 1821 unidos criollos, ciertos súbditos nacidos en España, mestizos e indios contra la metrópoli. La vuestra fue anterior, en 1776; pero os quedaba la gran aventura de la «Conquista del Oeste». Comenzó en 1832 la guerra final contra los indios que ocupaban esas vastas tierras (batalla de Stillman’s Run) y duró hasta 1890 con la victoria del Séptimo de Caballería en Wounded Knee. A pesar de que la literatura y con más éxito el cine nos vendió y disfrazó las verdaderas masacres presentándolas como acciones épicas soslayando de manera maliciosa la desigualdad de fuerzas y medios empleados por unos y otros. Eso sí, norecuerdo ninguna escena en la que se exhibiese en un circo al gran jefe «Halcón Negro» (hecho prisionero) como si fuese un animal salvaje y posteriormente su esqueleto, o el asesinato del jefe sioux «Toro Sentado» en la reserva de Standing Rock, o las masacres como la de Bad Axe donde cuatrocientas mujeres y niños fueron asesinados y descuartizados por la gloriosa milicia de Illinois o la «mítica» carga del 7º Regimiento de Caballería, liderado por el general Custer, cuando, atacó por sorpresa a orillas del río Washita un campamento cheyene masacrando a los guerreros y, con ellos, a todas las mujeres y niños.
Por cierto, Joe. En la Declaración de Independencia de las 13 colonias británicas, firmada por sus representantes en el II Congreso de Filadelfia el 4 de julio de 1776, se refiere a los indígenas norteamericanos como «despiadados indios salvajes, cuya norma de lucha es la destrucción indiscriminada de todas las edades, sexos y condiciones».
Sé que está de moda el indigenismo en todo el continente; pero me parece excesivo que todo un presidente de Estados Unidos la pretendas liderar, no te veo disfrazado con un penacho de plumas; aunque a veces si te veo haciendo el indio (con perdón para los indios): Un respeto para España y para la Hispanidad.
PD: Si quiere más información házmelo saber a través de nuestra vicepresidenta.
La pena es que esto no se puede publicar en un periódico con más difusión para que muchos memos se enteren de una vez .Enhorabuena Juan
Bien dicho Cardona
Con muchos como tú no tendríamos este gobierno de ineptos y chupopteros que tenemos incluida la ferrolana
Estupendo comentario muy documentado que son pruebas irrefutables de la gran labor de los Españoles en tierras del continente Americano .,como la Red que hizo el denostado actualmente fray Junipero fundando desde San Francisco hasta México una línea de misiones que además de iglesia tenían escuela y cuidados médicos.También la maravillosa aventura de Cabeza de Vaca desde La Florida Hasta la costa Oeste también dejando su huella a nivel humano y cultural. Etc.Creo que escritos como el tuyo Juan debería ser publicado en medios de mayor difusión. Alabando también la labor estupenda de Galicia Ártabra dando luz escritos muy buenos e interesantes
¡Cuánto y qué bien documentado, Juanelo! ¿Me darías tu permiso para extraer citas ( por ejemplo: «…masacres como la de Bad Axe donde cuatrocientas mujeres y niños fueron asesinados y descuartizados por la gloriosa milicia de Illinois…» o «…a los indígenas norteamericanos se le otorgó la ciudadanía oficial en 1924, y que los matrimonios interraciales no fueron legalizados «plenamente» en tu país hasta 1967; compárala con La Cédula Real del 19 de octubre de 1514 (Fernando el Católico) donde se reconocían los matrimonios de indios e indias con «naturales de nuestros reynos» dando lugar a un verdadero mestizaje…») y hacerlas circular por las redes sociales? Por supuesto, citando al autor y la dirección web de tu artículo.
Enhorabuena Juan. Muy interesante y documentado artículo que espero que haya llegado al conocimiento, al menos, de la órbita del proto destinatario indígena.
Gracias Juan Cardona!!! Ya es hora de decir la verdad para gloria de España y de los españoles. Gracias por contribuir de modo tan Sabino y certero a restablecer la verdad de los hechos tan injustamente manejados por lo que entendemos por Occidente en contra de España y de los españoles.
Ahora a ver si Lis españoles empezamos a considerarnos más y mejor de acuerdo con nuestra relevancia a lo largo de la historia del mundo.
Voy a difundir este excelente artículo.
Ana Duplá Del Moral
Gallega por parte de madre, catalana por parte de padre y española. Orgullosa de serlo.
Fantástico artículo,más claro el agua,rnhorabuens