El espacio dedicado a la fragata Magdalena en la planta baja del Museo de la Construcción Naval, donde se muestra el pecio de esta embarcación naufragada en las costas de Viveiro en 1810, contará en breve con una nueva y espectacular pieza: una maqueta construida en escala 1:180 por el artesano el Eulogio Neira.
El maquetista ya ha entregado su trabajo a la Fundación Exponav, que dentro del proceso de reordenación del museo incluye una actuación en la zona donde se expone la que sin duda es la joya de la colección, los restos de la “Magdalena”.
Dentro de esta actuación tendrá un lugar privilegiado la reproducción del barco, un trabajo cuidado hasta el mínimo detalle que sorprende por su minuciosidad y belleza. Fue un encargo del ingeniero y profesor José María de Juan, colaborador del Patronato de Exponav al que Eulogio Neira dedicó más de un año y medio y en torno a 2.500 horas, según sus cálculos. No todas ellas fueron trabajo manual, la labor de estudio previo es muy importante y consume mucho tiempo, porque requiere una investigación detallada de las referencias sobre el buque, la época, etc.; hay que recurrir a muchas fuentes y no todas son fiables.
Neira se basó para confeccionar la maqueta en un plano de la fragata “Margarita” que custodia el National Maritim Museum de Londres, ya que no hay documentación concreta sobre la “Magdalena”, aunque ambas son idénticas, sostiene. Trabajar en una escala tan reducida presenta grandes dificultades, sobre todo en lo que se refiere a la parte de la embarcación relacionada con la maniobra, que aún así está reproducida con toda fidelidad.
«Las pinzas, por muy diminutas que sean, no siempre llegan a donde se necesita en un espacio tan minúsculo, y el artesano se ve obligado a ir paliando sobre la marcha estas dificultades creando sus propias herramientas» comenta Neira. Para contemplar esta obra hay que detenerse a observar la perfección con la que se han recreado pequeños elementos como las letrinas de marinería, el horno o las bombas de achique; tanto es así que algunas de las piezas ni siquiera se observan a no ser con la ayuda de una linterna que ilumine el lugar adecuado. Como muestra del tamaño de los elementos baste señalar que la rueda del timón mide 10 milímetros de diámetro.
La maqueta está confeccionada con madera de peral, ébano, boj americano y boj gallego, material textil, papel para las velas y un cordaje finísimo. Representa a la “Magdalena” en su última etapa, en torno a 1809, ya que el armamento que le ha instalado el artesano es la artillería que se montaba en esa época en este tipo de embarcaciones.
Eulogio Neira es aficionado al modelismo desde niño, pero no fue hasta su jubilación cuando empezó a dedicarle la mayor parte de su tiempo. En el Museo de la Construcción Naval se muestran otros trabajos suyos, como un galeón español de 1607 o la galera “Capitana Española”, esta cedida temporalmente al vecino Museo Naval, donde también se puede visitar el navío “Guerrero” el más longevo de la Armada, con 96 años de servicio y que fue uno de los barcos a los que se dio el nombre de los “Doce Apóstoles” porque ocuparon durante su construcción otras tantas gradas de los Reales Astilleros de Esteiro.
De aquí salió también la fragata “Magdalena”, aunque su final fue mucho más dramático. En el naufragio que sufrió 37 años después de su construcción, junto al bergantín “Palomo”, perdieron la vida más de 500 personas, entre ellas el comandante de la “Magdalena” y su hijo, tripulante también de la fragata, cuyos cuerpos aparecieron abrazados en la orilla. Precisamente esta tragedia forzó un cambio en la legislación, que a partir de entonces prohibió navegar en el mismo barco a familiares directos. “Si en Inglaterra o Estados Unidos tuvieran una historia como esta sería conocida en todo el mundo” sentencia Eulogio Neira.
Vaya artistaza, ese trabajo no lo hace cualquiera
Enhorabuena para el genio.
Repito el final del artículo si éste artista estuviera en Inglaterra o Estados Unidos otro gallo cantaría.
Pero así somos los españoles no valoramos lo que tenemos