El Concello de Valdoviño ha entrado la mañana del miércoles 11 de agosto en las instalaciones de la piscifactoría de Meirás tras obtener una autorización del administrador concursal.
El concejal de Obras, Benito Vega, acompañó a los técnicos municipales y a la Policía Local en esta primera visita de inspección con la que el Concello quiere valorar los daños ocasionados por el abandono de las instalaciones y elaborar un informe de actuaciones a realizar, principalmente para garantizar la seguridad.
A finales de 2019, la firma entró en concurso de acreedores y abandonó las instalaciones, aún con autorización de explotación en vigor por parte de la Xunta -válida hasta 2027-. Con el paso del tiempo, el deterioro se agudizó especialmente por robos y acciones vandálicas que terminaron por convertir la instalación en zona peligrosa. Por su parte, el Concello requirió al administrador concursal que subsanase la situación con las intervenciones que fuesen necesarias, pero éste alegó falta de capacidad económica para acometerlas.
En este contexto, el Concello solicitó al administrador judicial el acceso a las instalaciones para valorar la situación y, en base a ello, ejecutar las obras de forma subsidiaria.
Con este objetivo y en base de que se recurrirá a fondos públicos, el Concello solicitará a los juzgados la calificación crediticia imprescindible para las intervenciones, de modo que en un futuro se pueda recuperar el gasto con cargo a la empresa y situarse como uno de los primeros en la lista de acreedores.