En la tarde de este miércoles se ha conocido el fallecimiento en Ferrol de Pedro Cupeiro Puentes, una persona muy relacionada con el mundo de las orquestas y que sus amigos le llamaban «el de los Capris«.
Pedro era una persona «muy ferrolana», nació en As Pontes, muy amante de la música y muy racinguista. Durante sus años de vida supo granjearse muchas amistades, era amigo de los amigos, y una persona alegre al que se le veía siempre «amarrado a su trompeta».
La capilla ardiente se encuentra instalada en la sala 7 del Tanatorio Artabria-Albia, en A Gándara. El sepelio tendrá lugar el viernes, día 6, con salida del tanatorio a las 12,00 horas hacia el cementerio municipal de Catabois. A las 13 horas se oficiará un funeral por su eterno descanso en la iglesia de Santo Domingo, en la plaza de Ultramar.
Desde Galicia Ártabra enviamos nuestro más sentido pésame a su esposa Ángeles, a sus hijas Marta y Cristina, hermanos, nieta y demás familia.
Sobre Pedro Cupeiro
Sito Sedes en Mundiario en enero de 2018 escribía sobre Pedro Cupeiro «Estando en Los Satélites no era extraño dar paso a otros compañeros: «Y a continuación, señoras y señores, les dejamos en la grata compañía del grupo Los Capris». No eran italianos, a pesar de que a alguna gente su nombre le sonaba un poco a Italia: eran de Ferrol y uno de sus fundadores se llama Pedro Cupeiro, todavía en activo. Va siempre con su trompeta en el coche, por si hay que parar y dar unas notas antes de actuar con el grupo Los Almirantes o acercarse al campo de A Malata y animar a su equipo, el Racing de Ferrol.
Pedro Cupeiro nació en un pueblo pequeño, cerca de As Pontes, que se llama Bermui, y en su casa, su tío Celestino –también músico– le enseñó, tanto a él como a su hermano Pepe, a tocar y elegir instrumento: trompeta y saxo. Les enseñó bien, porque el apellido Cupeiro sonó y fuerte. Fueron muchas orquestas las que conocieron su quehacer musical: Leira Beceiro, Bellas Farto, López Malde y Bellas López.
En el año 1962, junto con otros compañeros, formaron el grupo Los Capris y su primera actuación fue en las fiestas de San Martín en Cobas. Aquí comienza la larga historia de un grupo de los más importantes de Ferrol, que luchó mucho para mantenerse a pesar de las adversidades. Pedro Cupeiro siempre supo resolverlas porque era un trabajador. La imagen que yo tengo de este amigo es verle sentado al volante de su furgón, luego descargando el material, montando, tocando y de regreso a casa. Era el jefe, el primero a la hora de trabajar. Y –sus compañeros lo dicen– el más honrado».
Mi sentido pésame a la familia de Pedro Cupeiro. D.E.P.