¿Continúa la caza de brujas en la agrupación local del PSdG-PSOE de Narón?. Esa es la pregunta que estos días se hacen algunos afiliados socialistas, «de los de siempre» al conocer que la secretaría de Organización del PSdeG ha trasladado a la dirección federal del Partido Socialista el expediente abierto a cinco militantes naroneses de este partido en el que pide que sean expulsados de la formación política por considerar que son responsables de «hechos que constituyen faltas muy graves», según los estatutos.
Conforme a la información facilitada por militantes de la agrupación local se trata de Carlos Bascoy, Begoña Piñón, Jorge Perille, Vicente Rivas y Francisco José Romero Bustabad.
Se da la casualidad de que el primero de ellos «fue tocado» para que figurase en las autonómicas en el número cinco, mientras que Francisco Romero es miembro de la ejecutiva provincial socialista, de la que es secretario xeral Valentín González Formoso.
Como instructor de este expediente ha ejercido el cedeirés Xavier Carro Garrote, quien fue diputado socialista en el Congreso entre los años 2004 y 2011.
A estos cinco militantes se les acusa de «dañar gravemente la imagen del partido» entre enero a mayo de 2019, así como de condicionar «los resultados electorales» de las elecciones municipales y de «atacar la imagen personal de los miembros de la candidatura municipal».
Entre otras cuestiones, se señala que los expedientados acusaron al secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, tanto «en manifestaciones a los medios de comunicación como a través de sus redes sociales», así como a su ejecutiva de practicar «un dedazo» a la hora de elegir candidato a la Alcaldía.
Una vez pasadas las elecciones municipales, a los militantes que son propuestos para
expulsión, también se les acusa de participar, en noviembre de 2019, en una concentración ante la sede del PSdeG en Narón para denunciar una supuesta «caza de brujas» contra otro militante, José López Villar que había sido expulsado del partido después de que se tramitase otro expediente disciplinario por poner en duda «el funcionamiento correcto, legal y democrático de los diferentes órganos del partido en la agrupación naronesa», un proceso que contó con el respaldo de la dirección gallega.
Fuentes cercanas a afiliados socialistas comentaron que todo «es un despropósito», que es una clara venganza por pedir claridad, por pedir funcionamiento, y por exigir responsabilidades como por ejemplo que la sede local lleve prácticamente cerrada desde hace un año, que desde que falleció el anterior secretario xeral local no ha habido asamblea para elegir gestora por lo que la agrupación está dirigida por el grupo municipal algo incomprensible democráticamente, y la actividad en la agrupaciòn es nula con conocimiento tanto de la provincial como de la gallega. Es más, acusan al secretario general, Caballero, de hacer oidos sordos ante el apoyo que en su día le prestó a su candidatura la ex secretaria local y concejala socialista.
«Ahora quieren expulsar a los que han hablado claro, a los que tienen iniciativas, para que no estorben y así proceder a convocar, cuando sea, una asamblea local en la que no haya voces contrarias«, señala alguno de los expedientados.