Pasadas las nueve de la mañana de este domingo , día 22, tal y como estaba previsto atracó en el muelle número 4 del Arsenal Militar de Ferrol la Fragata «Álvaro de Bazán” después de permanecer cinco meses fuera de su base ferrolana, integrada, como buque de mando, en la Segunda Agrupación Naval Permanente de la OTAN (SNMG-2) en el Mediterráneo y Mar Negro, bajo el mando del Contralmirante Manuel Aguirre Aldereguía, y navegó junto a buques de marinas aliadas como Turquía, Rumania, Bulgaria o Alemania.
Tras la maniobra de atraque, con la ayuda de remolcadores de la Armada, se celebró una sencilla ceremonia de recibimiento que fue presidida por el capitán de navío Jefe de la 31ª Escuadrilla de Superficie, Santiago Vila Barrón al que acompañaban los comandantes de las fragatas «Juan de Borbón» (F-102), «Blas de Lezo«(F-103) y «Méndez Núñez»(F-104) así como del BAC «Cantabria» (A-15).
Mientras la «Álvaro de Bazán» iniciaba su entrada en aguas de la ría ferrolana a partir de las ocho de la mañana se podía oir a través de sus altavoces toda una serie de marchas militares y hacía sonar sus sirenas como saludo que eran contestadas por las de las fragatas atracadas en los muelles del Arsenal militar y del BAC atracado en uno de los muelles de Navantia.
Señalamos el acto como ceremonia sencilla puesto que para mitigar el riesgo de contagio y cumplir con la normativa de la Xunta de Galicia debido a la situación de alerta sanitaria en la ciudad de Ferrol con motivo de la pandemia del Covid-19 entre otras medidas no se autorizó la presencia de familiares de los miembros de la tripulación ni de personal militar salvo la pequeña comisión encargada del recibimiento. Asimismo, como solía ocurrir en otros casos de llegada de buques que habían permanecido en la mar durante varios meses, tampoco se contó con la Unidad de Música del Tercio del Norte de la Infantería de Marina.
Una vez efectuadas las maniobras de atraque subió a bordo el capitán de navío Jefe de la 31ª Escuadrilla de Superficie, Santiago Vila Barrón, que fue recibido por el comandante del buque, el capitán de fragata Ricardo Gómez Delgado y al que se le rindieron los honores de ordenanza por la guardia militar.
Seguidamente en cubierta ante una representación de la dotación el CN Vila Barrón pronunció unas palabras de saludo y «de reconocimiento por el gran trabajo realizado en unas condiciones complicadas por la pandemia y de agradecimiento por el gran esfuerzo hecho en estos cinco meses».
Una vez finalizado este acto bajaron a tierra el CN Vila Barrón y el CF Gómez Delgado mientras se realizaban a bordo las últimas operaciones con el fin de que la dotación libre de servicio pudiera abandonar la «Álvaro de Bazán» y se encontraran con sus familiares y amigos. Un grupo de ellos, mujeres y niños, se encontraba en la zona de la «fuente de la fama» a las puertas del Parque del Arsenal esperando poder darles el primer abrazo
UNA LABOR EXTRAORDINARIA
En su encuentro con representantes de los medios de comunicación el CN Vila Barrón destacó el gran papel desempeñado por la «Álvaro de Bazán» «después de haber estado casi cinco meses desplegado en el Mediterráneo y haciendo una labor extraordinaria y un gran papel como buque de mando en la Segunda Agrupación Naval Permanente de la OTAN (SNMG-2)» .
Por su parte el comandante del buque, el CF Gómez Delgado tras ser saludado con el, clásico «y ya en casa» indicó que «efectivamente, después de cinco meses como ha dicho el Jefe de Escuadrilla en casa de nuevo, con la cabeza alta y la misión cumplida, que es lo más importante».»Nos hemos mantenido los cinco meses libres de covid, ha sido duro, cinco meses largos con muchas medidas y restricciones en puerto, pero al final aquí estamos, sin ningún caso, y el buque respondió perfectamente. ha cumplido su misión y hemos dejado en la OTAN el pabellón de España bien alto, demostrando que somos un socio fiable».
«Las misiones que tiene la SNMG-2 son muy claras, es hacer disuasión, seguridad marítima, seguridad cooperativa, y eso es lo que hicimos en esos cinco meses. Fuimos buque de mando el Comandante de la Operación, un contralmirante español, Manuel Aguirre, y le hemos proporcionando una plataforma para que pudiera ejercitar ese mando. Hemos trabajado con barcos de distintos países de la OTAN y hemos estado en el Mar Negro, Mediterráneo Oriental y Occidental, y todo sin ningún incidente, todo ha ido bien, eso es lo bueno, quiere decir que hemos hecho bien nuestra misión, que no ha pasado nada y que hemos cumplido».
«Hemos llegado a estar en el barco hasta 234 personas, porque llevábamos a bordo un equipo de la Infantería de Marina y la dotación de un helicóptero además del estado mayor del jefe de la Agrupación. A Ferrol hemos llegado 170 tripulantes, de ellos 27 mujeres, porque el resto ya lo hemos desembarcado en Rota y el estado mayor pasó a la «Cristóbal Colón» la fragata que nos ha sustituido como buque de mando. «
¿Y ahora en Ferrol?. «Vuelta en casa. El barco ha trabajado mucho, la dotación merece un descanso, lógicamente el barco queda alistado con guardias y todos los equipos, pero la gente tiene que descansar un poco y eso es lo que tiene que hacer».
Sobre la ausencia de familiares en el puerto esperando a la tripulación, como suele hacerse tradicionalmente….»Somos muchos en el barco. Sabemos todos como está el tema de la pandemia en Ferrol. No queríamos crear aquí una situación de riesgo y lo más importante es que hemos cumplido la misión y que ya estamos en casa después de cinco meses, eso es lo más importante en este día».
EL DESPLIEGUE
Durante estos cinco meses la fragata se desplegó por el mar Mediterráneo y mar Negro bajo el mando del Contralmirante Manuel Aguirre Aldereguía, y navegó junto a buques de marinas aliadas como Turquía, Rumania, Bulgaria o Alemania.
A lo largo de su despliegue la fragata participó en los ejercicios multinacionales SEA BREEZE, BREEZE, DYNAMIC MARINER, DYNAMIC GUARD y MAVI BALINA, recalando en los puertos de Odessa (Ucrania), Burgas (Bulgaria), Argel (Argelia), Aksaz (Turquía), Souda (Grecia), Toulon (Francia), Rota, Mahón y Cartagena.
Tras llevar a cabo el relevo de mando con su fragata hermana, la F-105 “Cristóbal Colón”, la F-101 puso rumbo a la Base Naval de Rota para el desembarco de los miembros de Infantería de Marina del Equipo Operativo de Seguridad y de la Unidad Aérea Embarcada de la 10ª Escuadrilla de Aeronaves que han acompañado a la “Álvaro de Bazán” durante todo este periplo.
Este despliegue ha sido especialmente exigente debido a la situación generada por la pandemia del COVID-19 y la necesidad de mantener a la dotación libre de contagios.
LA FRAGATA «ÁLVARO DE BAZÁN»
La «Álvaro de Bazán» es el cuarto buque en la historia de la Armada española en llevar este ilustre nombre, el primero fue un buque de vapor de tres mástiles que sirvió entre 1.841 – 1.873, el segundo fue uno muy similar que sirvió entre 1.873 y 1.885, y el tercero fue un cañonero que prestó sus servicios de 1.904 a 1.926.
La fragata «Álvaro de Bazán» (F-101), primera de su clase, fue construida en el astillero ferrolano de Navantia y entregada a la Armada en septiembre de 2002. Al mando del capitán de fragata Ricardo Gómez Delgado, tiene su base en Ferrol.
La dotación del buque está formada por 200 hombres y mujeres. A esta dotación habitual, en función del tipo de navegación, se le suma otro personal que complementa las capacidades aportadas por la plataforma y el personal destinado a bordo, con el fin de cumplir con los requisitos que imponga la misión específica que tenga que acometer el buque.
La F-101, perteneciente a la 31ª Escuadrilla de Escoltas es de la clase «Álvaro de Bazán», de moderno diseño y notables capacidades militares. Buques con los que la Armada contribuye con los objetivos de Defensa Nacional