Primer año de gobierno en Narón: tranquilidad para una Marián Ferreiro reforzada

(Verónica Paadín)-Se cumple el primer año de mandato para la actual regidora,

Marián Ferreiro, marcado en los últimos meses por la pandemia mundial y por la tranquilidad, antes, durante y después de dicha pandemia.

En este primer año, la joven regidora de Terra Galega ha podido venir ejecutando distintas inversiones, de mayor o menor envergadura, que era algo que se echaba de menos en los últimos tiempos. Ha cuidado la imagen pública con esmero, ha intentado ofrecer su imagen más “social” y, la verdad, ha eclipsado al resto de fuerzas políticas.

Su momento clave ha sido el de su respuesta a la crisis del Covid-19. Desde la oposición le reprocharon su lentitud, pero lo cierto es que han tramitado ayudas y ofrecido mejor respuesta que la gran mayoría de ayuntamientos. Desde la misma oposición le reprochaban falta de ambición y le reclamaban ayudas por valor de un millón de euros, pero les pasó por encima a todos poniendo tres millones encima de la mesa con contundencia.

Además la obra del centro de salud que ejecuta la Xunta de Galicia avanza a buen ritmo. En poco tiempo veremos una transformación radical de la zona y del entorno que ocupa, lo que, con toda seguridad, es que algo que “venderá” adecuadamente la alcaldesa a pesar de ser la inversión de otra administración.

PSOE

Poco, muy poco, se puede decir sobre la formación socialista en Narón.

El PSOE, integrado en la coalición de gobierno con Terra Galega, ha quedado diluido y sin protagonismo. Su portavoz y candidato, José David Pita, apenas se ha dejado ver o, más bien, apenas ha dejado que lo vean.El “pacto de Catalina García” con Terra Galega fagocita por completo a la formación socialista en Narón y anula cualquier atisbo de protagonismo. Son la muleta necesaria de la formación independiente y, si acaso, el pacto solo beneficia de manera particular a alguno de sus integrantes.

PP

Pero si el PSOE ha quedado diluido, el PP está desdibujado. No parecen la oposición y no han actuado como tal. En los últimos años el PP representaba en Narón la idea de ser la alternativa a los más de 30 años de Terra Galega (con distintos nombres) y habían sido capaces de generar noticias, de mantener el tono de debate y de natural confrontación política, además de llevar su propia agenda más allá del camino que marca el equipo de gobierno.

Germán Castrillón, que estrenó silla en el pleno de Narón (recordemos que fue el alcalde de Cabañas), no ha sido capaz de imprimir carácter a su formación. No han sido capaces de generar ninguna noticia, han ido a rebufo en todo y les han metido un gol por la escuadra con la gestión del Covid-19, al saltar a la palestra a pedir un millón de euros de ayudas y responder la alcaldesa con más de tres.

Su peor momento, probablemente, lo hemos visto cuando han presentado una iniciativa más propia de formaciones progresistas, como ha sido la del “bautismo civil”. Muchos lectores conservadores de Narón nos escribieron en aquel momento para mostrar su desacuerdo.

La peor crítica, por cierta, que se les puede hacer es que “no se ven”. Ni dentro, ni fuera del ayuntamiento.

BNG

Si el PP no ha sido oposición, el BNG menos aún. La formación nacionalista está claramente centrada en las elecciones autonómicas y se han olvidado por completo de Narón.

Mucha lucha sindical, mucha lucha reivindicativa, pero nada sobre Narón. Y para ese trabajo ya están sindicatos o plataformas, no un grupo municipal.

Desde este mismo medio decíamos hace un año que el BNG se quedaba fuera del pacto de gobierno porque ellos querían emplear este año para hacer campaña de cara a las autonómicas. El tiempo nos ha dado la razón. No ha habido un solo reproche al gobierno de Narón, ninguna propuesta o crítica específica. Todo ha sido contra la Xunta de Galicia. Veremos que pasa tras los comicios del próximo mes de julio.

Hace un año vaticinamos que entrarían en el equipo de gobierno tras las elecciones. Veremos si se cumple para el próximo curso escolar.

Conclusión

Con todo esto, es lógico que este primer año haya servido para reforzar la imagen de la joven alcaldesa.

De la conjunción de un equipo de gobierno que ha venido haciendo su trabajo y de una oposición que no hace el suyo, no podría haber salido otro resultado. O sí, pero muy mal tendría que hacer las cosas Terra Galega tras más de treinta años de gobierno ininterrumpido.