El Concello de Ferrol, a través de la campaña “Se non podes, imos nos”, realizó en el primer mes de confinamiento cerca de 250 servicios a personas que en estos momentos se encuentran en aislamiento sanitario o tienen movilidad reducida y no pueden salir a comprar alimentos o medicamentos y tampoco tienen un familiar que pueda realizar dichas tareas. A través de la concejalía de Seguridad, que dirige Germán Costoya, la agrupación de Protección Civil se encarga de atender las peticiones de las personas más vulnerables y acude por ellos a comprar productos de primera necesidad.
Fue una de las primeras medidas impulsadas por el Concello de Ferrol ante la situación excepcional provocada por la declaración de estado de alarma por parte del Gobierno central. Se puso en marcha, explicó el edil, con el fin de “proteger y cuidar a nuestros vecinos más vulnerables en estos difíciles momentos que estamos viviendo”, y recordó que la campaña es totalmente gratuita. En este sentido, el responsable de Seguridad aplaudió el “extraordinario” trabajo que Protección Civil está haciendo. “Estos profesionales ayudan a aquellos que más lo necesitan y todos estamos muy agradecidos”, dijo, y aseguró: “Los ferrolanos deben saber que pueden contar con nosotros”.
Estricto protocolo de seguridad
La campaña “Se non podes, imos nos” impulsada por el Concello incluye un estricto protocolo de actuación. Una vez recibida la llamada, se realiza una primera recogida de datos del solicitante y se le informa de las medidas que debe adoptar dependiendo del servicio requerido, como por ejemplo la necesidad de abrir el portal o la puerta de acceso a la vivienda, la retirada de dos metros del límite de la entrada lo tener el dinero de la compra en una bolsa de plástico. En caso de no tener bolsas, los voluntarios de Protección Civil las tienen disponibles. Dichas instrucciones son repetidas a través del telefonillo o de la entrada a la vivienda. El solicitante debe firmar un documento donde está recogida a compra a realizar y el dinero entregado.
Mientras los dos voluntarios están en la vivienda del solicitante, el conductor del vehículo prepara el kit de desinfección para el dinero, el bono para alimentación o la tarjeta sanitaria en el caso de medicamentos. Todos los voluntarios de Protección Civil llevan los EPI (equipos de protección individual) y el material sanitario necesario en base a la normativa. Una vez en el supermercado o farmacia, adoptan todas las medidas establecidas en los protocolos de seguridad sanitaria. De vuelta a la vivienda del solicitante, se siguen las mismas medidas de actuación que en la primera visita. Por último, a la llegada a la base se realiza una limpieza y desinfección en profundidad del vehículo y del material empleado.