Las festividades muy ferrolanas están cayendo como fichas de un dominó. A las anulaciones de la Fiesta de las Pepitas, fiesta de interés turístico de Galicia, tradicional festejo que se celebraba en la noche de la víspera de san José, y la de los actos de la Semana Santa, fiesta de interés turístico internacional, se suma ahora la más que tradicional fiesta de Nuestra Señora de Chamorro, romería del Lunes de Pascua y que celebraban miles de personas de toda la comarca que se trasladaban hasta la ermita para festejar tanto los actos religiosos como profanos sin olvidarnos de las comidas «a pleno monte».
La noticia, ya esperada, saltaba en la mañana de este miércoles al comunicarlo oficialmente el edil de Cultura, Antonio Golpe.
Nuestra Señora de Chamorro
Entre los muchos ejemplos de los santuarios marianos existentes en Galicia ocupa un lugar destacado la ermita del monte de Chamorro en la parroquia de Serantes en Ferrol, donde se venera la Virgen del Nordés, que tiene una amplia devoción en toda la comarca ferrolana.
La Virgen de Chamorro es también conocida como Patrona de los Valles y Mares de Ferrol, obteniendo de esta forma el reconocimiento tanto de los campesinos y labradores de la campiña ferrolana como de los marineros y pescadores de su ría.
Todas las manifestaciones del Patrimonio Cultural aparecen en el monte de Chamorro. El patrimonio artístico de la propia ermita; el patrimonio religioso inmaterial, con la procesión; el patrimonio histórico, con las leyendas de aparición de la Virgen; el patrimonio popular, con la romería; el patrimonio arqueológico, con las “pedras de abalar” y los petroglifos; el patrimonio etnográfico, con el crucero y viacrucis y la fuente de aguas sanadoras; el patrimonio natural, con las mejores vistas de la ría de Ferrol.
Durante muchos años el santuario de Chamorro perteneció al municipio de Serantes. Una vez producida el año 1940 la integración de este municipio en el de Ferrol, este notable santuario se integró en el Patrimonio Cultural de nuestra ciudad
La ermita de Chamorro
Dice Montero y Aróstegui en su “Descripción de la ciudad y departamento naval de Ferrol” (Madrid 1859):
“Cerca de la cima de la elevada montaña que domina la ciudad del Ferrol por el N., se ve una ermita sencilla donde se venera una imagen cuya descuidada y tosca escultura da a conocer su antigüedad. Esta imagen, que atrae la general devoción de todo aquel país, se conoce con el nombre de Virgen de Chamorro. No es posible adivinar el verdadero origen de la advocación que distingue a este santuario y por eso el erudito Sarmiento se pregunta en sus curiosos apuntes, ¿si Chamorro vendría de Clamore? … Pero según otros historiadores , acaso se derivara esta voz del monte donde está situada la ermita o de la disposición que presenta la imagen de la Virgen en su cabeza, por el modo con que la tiene adornada, de lo cual hay muchos ejemplos en otras imágenes de los primeros siglos de la Iglesia que se conservan en las catedrales más antiguas. Consta, si, que al acudir los vecinos de Serantes en 1666 al obispo de Mondoñedo, solicitando licencia para fundar una cofradía a favor de aquel solitario santuario, decían en la súplica que había largos tiempos que concurrían muchas gentes a visitar la imagen, cuya figura tiene que excitar necesariamente la curiosidad. No se le ven brazos , y parece que le sale del pecho la imagen de Jesús. La cabeza está adornada con peluca y un rostrillo de plata, sobre el cual sobresale una corona de mismo metal. Los vestidos son iguales a los que por el país acostumbran a usar las demás imágenes.
El santuario de Chamorro – continúa diciendo Montero y Aróstegui- es digno de una particular contemplación por el elevado lugar que ocupa y por la general devoción que atrae. Está cercado de un muro descuidadamente formado por la inmensidad de peñas que existen en su inmediación y sobre las cuales se eleva la ermita. Nada más pintoresco, nada más encantador que la vista que presenta el país con sus risueñas campiñas y sus hermosas rías desde los rudos pórticos de aquel solitario lugar donde únicamente se oye el silbido de los vientos y las oraciones de los fieles que, postrados a los pies de la Virgen, vierten lágrimas de aflicción, de ternura o de reconocimiento.
En el año de 1856 hubo de ser este templo presa de la llama, por el voraz incendio que se declaró al anochecer del viernes 8 de agosto, cebándose en los tojales que tenía el monte, pero afortunadamente pudo cortarse para salvar la ermita por los esfuerzos de los vecinos que en toda aquella noche y al día siguiente no se separaron hasta apagar el fuego. La Virgen de Chamorro puede decirse que es la protectora del país; y todos los naturales, presentes y ausentes, le piden consuelo en sus tribulaciones.”
Cuando la sequía o los temporales comprometen las cosechas, las corporaciones acompañadas del clero, acuden a implorar su intercesión. Así lo hizo la villa antigua de Ferrol en 1628, según consta en las actas del Ayuntamiento, y así lo volvió a ejecutar la actual ciudad en el presente año (1859), llevando a la Virgen en rogativa el 22 de junio a la iglesia parroquial de San Julián donde se celebró un novenario con funciones solemnes sacando la imagen con las demás en la procesión general del Corpus Christi. Concluido el novenario se restituyó a su solitaria capilla en la tarde del domingo 3 de julio. El Ayuntamiento y clero parroquial del Ferrol fueron a recibir y despedir la Virgen al límite de la jurisdicción de Serantes, interpolándose después las corporaciones de ambos pueblos, con las dos cruces parroquiales en la procesión, con una inmensa concurrencia de la ciudad y de todas las inmediaciones”.