Enrique Barrera Beitia
Últimamente está ganando terrenos una teoría que viene a decir, en líneas generales, que el sistema autonómico genera diferencias entre los españoles, y que se debería regresar a un sistema centralizado.
¿Es verdad o mentira? ¿Podemos saber cómo ha influido el sistema autonómico español en el reparto de la riqueza regional? ¿Ha reducido las diferencias entre las regiones ricas y pobres, o las ha agrandado?
El gabinete de estudios del BBV nos ofrece la respuesta: las diferencias de Renta per Cápita se han reducido entre 1960 y 2018 de manera notable, como podemos apreciar:
1960 (*) 2018(*) Evolución
1. Madrid 182 Madrid 135 – 47
2. País Vasco 159 País Vasco 132 – 27
3. Cataluña 152 Navarra 123 + 15
4. Baleares 129 Cataluña 119 – 3
5. Cantabria 117 Aragón 110 + 9
6.Navarra 108 La Rioja 104 + 2
7. Valencia 105 Baleares 103 – 26
8. Asturias 103 Castilla-León 94 + 37
9. La Rioja 102 Cantabria 92 – 25
10. Aragón 101 Galicia 90 + 27
11. Canarias 78 Asturias 89 + 14
12. La Mancha 77 Valencia 87 – 18
13. Murcia 69 Murcia 82 + 13
14. Andalucía 67 Canarias 81 + 4
15. Galicia 63 La Mancha 80 + 3
16. Castilla-León 57 Andalucía 74 + 7
17. Extremadura 57 Extremadura 70 +13
(*) La Media Nacional es 100.
Estos datos deben ser completados con esta otra evolución que corresponde a 1990 y 2018.
1990 (*) 2018 (*) Evolución
1. Baleares 146 Madrid 135 + 5
2. Madrid 130 País Vasco 132 +25
3. Cataluña 124 Navarra 123 + 10
4. Navarra 113 Cataluña 119 – 5
5. La Rioja 108 Aragón 110 + 3
6. País Vasco 108 La Rioja 104 – 4
7. Aragón 107 Baleares 103 – 43
8.Valencia 105 Castilla y León 94 +16
9. Canarias 100 Cantabria 92 – 1
10. Cantabria 93 Galicia 90 + 9
11. La Mancha 88 Asturias 89 + 3
12. Asturias 86 Valencia 87 + 18
13. Murcia 83 Murcia 82 – 1
14. Galicia 81 Canarias 81 – 19
15. Castilla y León 78 La Mancha 80 – 8
16. Andalucía 71 Andalucía 74 + 3
17. Extremadura 65 Extremadura 70 + 5
Si el lector de Galicia Ártabra se fija en estas cifras, supongo que llegará a las mismas conclusiones que yo: las comunidades más ricas lo siguen siendo, y las más pobres continúan ocupando los últimos puestos de la lista, pero las diferencias se han acortado. Podemos comprobar que los 125 puntos de diferencia entre Madrid y Extremadura en 1960, se redujeron a 65 en 1990 y 2018. Otro dato decisivo es constatar que en 1960, las tres comunidades más ricas (Madrid, País Vasco y Cataluña) sacaban a las tres más pobres (Galicia, Castilla-León y Extremadura) una diferencia de 316 puntos, que se redujeron a 186 puntos en 1990, y a 166 puntos en 2018. Más subjetivo es decir qué comunidades deben estar más contentas; en mi opinión, el País Valenciano y Baleares han sido las comunidades que menos se han beneficiado, y Castilla- León la que más.
Por lo tanto cabe concluir que el paso de un estado centralizado a otro descentralizado ha hecho más eficiente el reparto territorial de la riqueza entre los territorios de España.
O podemos decir que las inversiones del estado en las comunidades más pobres han estado mejor dirigidas porque, obviamente, las comunidades más pobres no han salido adelante con sus recursos y gracias a la descentralización, sino gracias a la solidaridad de todos los españoles.
Y cuando se habla de diferencias no se habla de la desigualdad no se habla de la económica, sino de la desigualdad de derechos.
Pero ya se le nota que realmente no estaba especialmente convencido de su inconsistente argumento ¿No?
Pues no sé a qué argumento se refiere exactamente. En España no hay leyes que discriminen jurídicamente a los habitantes de unas regiones respecto a los habitantes de otras comunidades, pero es evidente a mi entender que hay una discriminación económica que se hereda, porque en condiciones de absoluta igualdad, los hijos de las familias más acomodadas tienen más y mejores oportunidades de conservar o mejorar su estatus social, que los hijos de las familias con problemas económicos.
Lo que sí entiendo y comparto es el primer párrafo. El Fondo de Compensación Económica ha sido un mecanismo muy eficaz, trasvasando recursos de las CCAA más ricas a las más rezagadas. De hecho, es injusta esa imagen que se ha transmitido (y está muy consolidada) de Madrid y Cataluña como CC.AA depredadoras.