Enrique Barrera Beitia
Pido a los lectores de este artículo que me acompañen en un escenario político alternativo, que arrancaría a finales de septiembre con el PSOE y Unidos Podemos firmando un acuerdo político para gobernar en coalición, y con el voto favorable en la sesión de investidura del PNV y de ERC entre otros.
A las pocas semanas de arrancar se hace pública la sentencia del Procés… y todo salta por los aires.
ERC criticaría con dureza las sentencias, y exigiría la amnistía o el indulto de los procesados para seguir apoyando al gobierno. Como es lógico, no votaría a favor de los presupuestos mientras no se cumplieran sus condiciones. ¿Alguien lo duda? La mayoría parlamentaria necesaria para sostener la labor del gobierno ya no existiría.
Unidas Podemos también criticaría la sentencia aunque con más matices, señalando que los problemas políticos no se resuelven en los tribunales sino en una mesa de negociación, cuya apertura tendría necesariamente que ir precedida por la amnistía de los condenados o el indulto como señal de buena voluntad. No sabemos si condicionarían su permanencia en el consejo de ministros al cumplimiento de sus peticiones, pero no cabe duda de que el gobierno estaría ya roto por dentro, lanzando discursos contradictorios entre sí, y sin posibilidad de aprobar un presupuesto para 2020, salvo que PP o Ciudadanos ofrecieran sus votos para ello, pero me permito dudar.
Por supuesto, en Cataluña estaríamos viviendo el mismo escenario de movilizaciones. Así las cosas, Pedro Sánchez no tendría más remedio que convocar nuevas elecciones, y el gobierno en funciones tendría que gestionar el Brexit a partir del 31 de octubre.
Confieso que el anuncio de repetición de elecciones me molestó en su momento, y barajé la posibilidad de que tal y como se dijo hasta la saciedad, todo pudiera ser el lamentable resultado de una pelea de egos y de conflictos personales; pero es obvio que había algo más y que alguien lo vio venir. No puedo saber si fue el propio presidente o alguno de sus asesores, pero quien fuera se dio cuenta de que “iban a pasar cosas” muy graves, y que además del daño al país, las expectativas electorales de los socialistas iban a ser realmente malas.
Hay quien vaticina que los resultados electorales no garantizarán el desbloqueo de la situación, pero no tengo la menor duda de que las consecuencias de la Sentencia del Procés (con mayúsculas) moverán las voluntades de los partidos, porque hay un antes y un después.
Mando este artículo a Galicia Ártabra el 16 por la tarde, ignorando lo que pasará en los siguiente días, por lo que termino haciendo votos para que en Cataluña no tengamos que lamentar nada irreparable y que todo quede en contenedores quemados, viajes de tren y vuelos cancelados, heridos que puedan sanar, y gente que llegó tarde porque la carretera estaba cortada. La policía (de momento) está actuando de manera contenida dadas las circunstancias y el volumen de las movilizaciones, y el independentismo está perdiendo (de momento) la batalla de la imagen en el exterior, a diferencia de lo que ocurrió el 1-O.
Aunque estoy parcialmente de acuerdo (y también escribo este comentario el 16 de octubre por la tarde, cuando la prensa ya ha anunciado que se han producido daños bastante irreparables como consecuencia de los altercados)y quisiera comentarle alguna cosilla:
– No entiendo por qué si las elecciones son el 10 de Noviembre Sánchez tenía que convocar elecciones porque el BREXIT es el 31 de octubre.
– La imagen que se dio en el exterior también la perdió el independentismo, de ahí que obtuviera cero apoyos.
La única diferencia con lo que pasó hace dos años y lo que está pasando ahora es que ahora es mucho peor y no gobierna el PP.
1. Que el independentismo no obtuviera apoyos internacionales no quiere decir que perdiera la batalla en la opinión pública. Las escenas que se divulgaron el 1-O fueron las de una policía cerrando colegios electorales donde la gente estaba votando. Lo que ahora se está viendo es que el primer golpe lo dan los manifestantes con un importante nivel de violencia, y que la policía actúa para que no vaya a más y para restablecer el orden. Es una diferencia clave.
2. No sé en qué es mucho peor la situación que tenemos ahora. Entonces hubo una declaración de independencia que se suspendió a la espera de que la negociación con el estado español concretara la manera de llevar a cabo la “desconexión”. ¿Qué puede ser peor que eso? Seguramente los destrozos en el mobiliario urbano y otras pérdidas económicas, pero todo eso es recuperable.
3. También yo puedo invertir el argumento y decir que hace dos años gobernaba el PP, y ahora el PSOE, por lo que ahora “tiene que ser” mucho peor.
No, hombre: Lo que pasa es que el tono del artículo parece indicar que en realidad Sánchez ha rechazado formar gobierno y provocar las cuartas elecciones en cuatro años por responsabilidad. Y no deja de ser curiosa (otra vez) su percepción:
– La opinión pública no son los medios de comunicación, y las concentraciones en las calles dejaron más que claro que nadie se tragó las mentiras de los separatistas. En el resto del mundo hubo de todo, pero en general no sólo no se perdió ninguna batalla de opinión sino que se consiguió desactivas cualquier apoyo internacional al proceso (salvo algún grupo del mismo pelaje y siempre minoritario).
– Las imágenes del butifarrendum que organizaron los independentistas fueron de un patetismo que no convenció a nadie, pero la izquierda lo aprovechó para atacar a Rajoy y a su gobierno. Como hacen siempre.
– Si es verdad que hubo esa declaración de independencia que se suspendió y no fue una ensoñación que pretendía presionar, no se explican muy bien las declaraciones de Torra, los cientos de heridos, los miles de euros en destrozos, los detenidos. ¿No es ahora peor la situación? Usted mismo.
– Y puede invertir los argumentos como quiera, y no seré yo quien lo critique, pero esto a Sánchez se le ha ido de las manos y todo parece indicar que si convocó elecciones fue porque creyó que iba a aumentar en número de representantes, cosa que sabremos la noche del 10 de noviembre.
Pero insisto, oiga: En general estoy de acuerdo con que el escenario era ingobernable, de hecho ya lo era cuando ganó la moción de censura, con el proceso independentista que era mucho peor porque gobernaba Rajoy ya en marcha y con 87 diputados. Qué duda cabe.
Demagogia, si todas las personas que contratan un crucero supieran que tal a cual barco se iba hundir no viajarían y así con cincuenta mil cosas ¿ Que haríamos desguazar los trasatlánticos de viajeros? el no aceptar a Podemos como parte del gobierno y el apoyo de ERC quieres decir que Pedro Sánchez es un águila de las negociaciones, con todo respeto eso no te lo crees ni tu, los dirigentes del PSOE históricamente presumen de lo que carecen es decir nunca están a lado de la izquierda, siempre navegando entre dos aguas esperando de que lado tira mas la corriente para posicionarse la diferencia que la corriente que mas tira es siempre de las multinacionales y la banca porque sino donde se van situar cuando finalizan sus mandatos si no es en los consejos de administraciones y a vivir que son dos días, mira la famosa frase de ciento cuarenta años de historia había que restarle ochenta de vacaciones, desde que se equivocaron Besteiro, Wescelao Carrillo y Casado entregándole la rendición sin condiciones al golpista de Franco hasta nuestros días siguen con los mismos errores, pero bueno no hay mas ciego que el que no quiere ver.