Manuel Galdo
Organizada por la sección de clásicos de la Escudería Ferrol, a las 12 horas de la mañana de este sábado, día 14, partieron desde la alameda del Cantón los 54 vehículos participantes en esta que fue la “VII Xuntanza de Clásicos”, para efectuar la ruta que sus más de 90 participantes realizaron sin ánimo competitivo por Ferrol y alrededores.
Un Renault 4-4, el más antiguo de los vehículos participantes fabricados en España, conocido con ese nombre por el hecho de tener 4 puertas, 4 plazas y 4 caballos fiscales, potencia declarada en Francia país de origen de la marca pero que en España por razón de diferencia de medidas de la fiscalidad tenía 7 CV, partió con una puntualidad exquisita iniciando la ruta que los llevó hasta el puerto para, a continuación, darse una vuelta por la ciudad, visitando el barrio de Canido y contemplar las Meninas, continuando luego camino de Doniños, San Jorge y Covas donde después de un refrigerio en La Muralla, donde se concentraron nuevamente, tomaron camino del restaurante para degustar una comida repleta de manjares ferrolanos: pulpo, empanada, raxo y cosas de esas.
Si bien el coche nacional más antiguo era el 4-4, un Austin de fabricación inglesa de 1932 propiedad de Carlos Cagiao, le ganaba en edad con unos cuantos años de diferencia. Curiosamente todos los vehículos conservaban sus números de matriculas originales, cosa que no es muy frecuente que suceda dada la procedencia de estos vehículos clásicos, que a veces por falta de documentación, es necesario re-matricularlos, para lo que la DGT tiene reconocida y homologada una matrícula que empieza con la letra “H” de histórico.
Ciertamente se pudieron contemplar coches dignos de estar en un museo, por su belleza, su estado de conservación, sus peculiaridades y el hecho de que algunos son modelos de los que a día de hoy existen muy pocas unidades y están en manos de coleccionistas por lo que su valor es difícil de concretar y el mismo está supeditado al criterio de sus propietarios.