Los «gamberros» por llamarles de alguna manera han querido dejar su firma este pasado fin de semana en las paredes puertas del Colegio Cristo Rey, en la calle de A Coruña, pintando con un spray de tinta negra varias frases ateas, en contra de Dios, un auténtico «acto vandálico«
Total indignación en la comunidad educativa del colegio ferrolano y los hechos ya han sido denunciados ante la Policía Nacional.
CONDENAS DEL OBISPADO Y DEL CONCELLO
Al tener conocimiento de este ataque a las creencias de muchos ferrolanos desde el Obispado se ha emitido un comunicado en el que se señala que «Como diócesis acompañamos a la comunidad religiosa y educativa del Colegio Cristo Rey de Ferrol, a la vez que mostramos nuestro dolor y repulsa por este tipo de actuaciones»
Asimismo desde el gabinete de prensa del Concello se emitió otro comunicado en el que se manifiesta «lamentar y condenar el acto vandálico. En este caso, particularmente, en la puerta de un centro educativo.
Desde el concello, poner a disposición del centro los recursos municipales para procveder a su limpieza (hidrolavadora, …)»
Cuando leo noticias sobre Ferrol como la de los actos vandálicos contra el Colegio Cristo Rey,mi colegio,tan querido,me entran unas ganas de coger una manguera de Napal y arremeter contra todo lo que huela a gamberrismo y a vandalismo. Cómo vamos a conseguir una ciudad agradable,alegre,limpia y bonita,como lo fue en otros tiempos, con esa clase de gentuza pululando por sus calles? Dónde está la vigilancia?
Es el resultado de la falta de respeto que impera en estos tiempos. Falta de escuela y de educación
El problema es que esos mismos actos se han venido repitiendo desde hace tiempo: Chamorro está igual, pintaron en San Francisco y en el Carmen, en la iglesia de Ares… y también en edificios o monumentos históricos. Yo me pregunto si no hay una manera de que entre todos (los ciudadanos, los partidos políticos, la prensa…) expresemos nuestro rechazo no sólo a este acto de ofensa hacia los sentimientos religiosos, sino ante todos los actos de vandalismo que se cometen a diario en la ciudad y en sus alrededores.
Máxime cuando muchos han querido quitar hierro al asunto porque en el fondo se alegran de los ataques a los sentimientos religiosos: Urge actuar de una vez antes de que se nos vaya de las manos.