La diócesis de Mondoñedo-Ferrol celebró este domingo, 9 de septiembre, la gran fiesta de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de la ciudad de Mondoñedo y de toda la diócesis de Mondoñedo-Ferrol.
Como cada mes de septiembre, el primer domingo tras el día ocho (día de la Natividad de la Virgen María, fecha que marca tantas y tantas celebraciones festivas no sólo en Galicia, sino en toda España y en muchos otros países), se celebraron los actos en honor a la Patrona
En este 2018, además, se cumplen los 80 años desde que se inauguró la Ofrenda de los antiguos partidos judiciales de la diócesis a la Virgen de los Remedios. El ayuntamiento de Ortigueira,fue el encargado de realizar la Ofrenda este año, toda vez que correspondía hacerlo al Concello de Ferrol, pero el gobierno de FeC declinó acudir al acto.
MISA SOLEMNE, OFRENDA Y PROCESIÓN
Momentos antes del acto religioso se organizó desde la casa del Concello, en donde la corporación mindoniense recibió a la de Ortigueira, un cortejo hasta el santuario de Nuestra Señora.
A las doce de la mañana tuvo lugar en el santuario mariano de Nuestra Señora de los Remedios la misa solemne pontifical presidida, como cada año, por el obispo diocesano, Luis Ángel de las Heras Berzal, CMF.y a la que asistieron el alcalde de Ortigueira, Juan Penabad Muras (PSOE), y miembros de la corporación ortegana, asi como la alcaldesde de Mondoñedo, Elena Candia (PP) acompañada por ediles de la corporación mindoniense.
La parte musical estuvo a cargo de la Coral Polifónica de Ortigueira.
Ofrenda del alcalde de Ortigueira
El alcalde de Ortigueira, acompañado por dos niños de la localidad, Guillermo y Marta, realizó la tradicional ofrenda con unas sentidas palabras en la que señaló que «Como alcalde de Ortigueira y Oferente de este año, tomo a palabra con emoción, respeto y humildad.
Porque considero una honra representar el sentimiento de los corazones de muchos hombres y mujeres que cada año nos acercamos a esta Iglesia- Santuario de Nuestra Señora de los Remedios. Y lo hacemos con la esperanza de conseguir la fuerza suficiente para superar las dificultades cotidianas de nuestras familias, de nuestros hijos y hijas y de nuestra vecindario.
Pues somos conocedores, Señora, de tu vinculación con la Orden Trinitaria y compartimos sus ideales comunitarios de Rechazo de las desigualdades; Mediación y vocación de servicio público, especialmente a los mas necesitados; Voluntad de diálogo y negociación a favor de los mas débiles.
Por eso hoy te pido que nos concedas a los representantes públicos la inteligencia política necesaria para resolver los gravísimos problemas que aún existen hoy en día, La desigualdad social y de oportunidades, que precisa poner la economía al servicio de las personas; La explotación y violencia contra las mujeres; El maltrato a la infancia y a nuestros mayores; El desempleo en la gente joven que obstaculiza su proyecto de vida; La despoblación de nuestras parroquias y el abandono del mundo rural; El deterioro del planeta y la desaparición de especies; La persecución de las culturas, las artes y las letras; Los estériles enfrentamientos territoriales y de banderas; La pérdida de la solidaridad y la expansiones de los egoísmos; La guerra y el hambre que sufren millares de personas; El acoso y sectarismo por pensar, o ser diferente; o el insoportable drama de las migraciones y de las personas refugiadas, que causa muertes, atropellos y violaciones, robándoles a millares de personas que huyen de la miseria y de la esclavitud, lo único que les queda: la esperanza de una vida mejor.
Te pido también, capacidad de mediación y de diálogo para acordar las decisiones de interés general del conjunto de la población, especialmente de las personas y territorios mas necesitados.
Para que, entre todos y todas, seamos capaces de apuntalar la democracia del presente y del futuro. Construyendo una sociedad inclusiva, justa y tolerante, que se aleje del sectarismo, del odio y de la explotación. Capaz de utilizar y respetar nuestro entorno, para dejárselo a los que nos sucedan, en condiciones saludables.
Ayúdanos, Señora, a superar estas dificultades. Y sí acontece que, en el ejercicio de nuestro cargo, se apaga la luz de nuestra coraje y compromiso…. concédenos que se encienda de nuevo, cuando tengamos que afrontar un problema de nuestro entorno o de otro ser humano».
Contestación del Prelado
A estas palabras respondió el obispo de Mondoñedo-Ferrol, agradeciendo la «ofrenda solidaria que agradecerán los necesitados que la reciban»
«Año tras año, cumpliendo hasta ochenta, se ha realizado esta ofrenda de los concellos cabeza de partido de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Como usted ha recordado, igual que ayer llegan hoy a Nuestra Señora de los Remedios las angustias y tristezas, alegrías y esperanzas de los hombres y mujeres de estas hermosas tierras y mares, montes, valles y costas.
Ha pronunciado unas sentidas palabras con la esperanza de poder tomar fuerzas suficientes para superar las dificultades no solo de nuestras gentes, sino de toda la humanidad. La ofrenda, Sr. Alcalde, hermanos y hermanas, expresa cómo podemos comprometernos en la búsqueda de soluciones, sin esperar que nada ni nadie nos dé hecho lo que somos capaces de hacer nosotros. Sobre todo, lo que somos capaces de hacer a favor de los más necesitados y vulnerables: hombres, mujeres y niños, víctimas de los males que ha recordado antes.
Por eso reitero la petición que hacía usted, de modo que los representantes públicos tengan inteligencia política para resolver los problemas. Y añado a su petición que todos aprendamos y estemos dispuestos al compromiso con espíritu constructivo y dialogante para solucionar esos problemas con sacrificio, tesón, honestidad y humildad».
«Cada uno de los problemas que ha enumerado el Sr. Alcalde de Ortigueira, D. Juan Penabad, bien merece un serio compromiso fortalecido en la fe que imploramos por mediación de la Virgen de los Remedios.
La diócesis de Mondoñedo-Ferrol quiere cuidar y acompañar la fe de la Iglesia que peregrina en el Norte de Galicia formando comunidades cristianas vivas, fortalecidas y esperanzadas. Comunidades que se comprometan con otros en la superación de los problemas que tienen todas las gentes de Galicia con las que caminamos.
Necesitamos orar y trabajar, rezar y remar, para ir asimilando con serenidad, fe y esperanza, los cambios que hacen falta en nuestra Iglesia de modo que —fieles laicos, matrimonios y familias, personas consagradas, seminaristas, sacerdotes y obispo—, alumbremos una Iglesia misionera, como nos propone el papa Francisco, en este lugar de Dios que es Mondoñedo-Ferrol. Supondrá renuncias, pero nos traerá abundantes frutos si somos generosos y permanecemos unidos al Señor y entre nosotros.
Parte de ese proyecto que intenta que la Iglesia responda mejor a los retos de estos tiempos, es el proceso de constitución de unidades pastorales en toda la diócesis. Hoy son algunas las parroquias agrupadas en unidades pastorales. Pero todas las parroquias llegarán a esta situación nueva que hemos de preparar con un corazón cristiano abierto a la gracia, a la comunión diocesana y a la esperanza. Será, por tanto, ocasión de conversión desterrando cualquier actitud particularista, egoísta o excluyente».
» Seamos oferentes responsables poniendo en primer lugar a cualquier persona que sufre. Seamos oferentes generosos que entregan lo que tienen sembrado en el corazón cristiano y necesita fructificar: amor, esperanza, paz, solidaridad, cercanía a los más pobres, acogida a los extranjeros, cuidado de la vida desde su concepción hasta el fin, que ha de ser respetada en todo caso por los seres humanos, cuidado de la creación que nos permite vivir saludablemente mientras peregrinamos en esta tierra.»
«Nuestra Señora de los Remedios nos invita a cantar con Ella las grandezas de Dios y a continuar nuestra peregrinación con nuevos signos de vida, amor y esperanza en estos tiempos de cambios también para la Iglesia y para la vivencia de la fe, que nos han de llevar a vivir la vida de Jesús de Nazaret, una abundante vida nueva: la que toda persona espera»
Finalizada la misa solemne en el atrio del santuario actuó la Banda de gaitas de Ortigueira y a continuación se organizó la tradicional procesión en la que también participó la Banda de Música ortegana.