En la noche del pasado jueves miembros del servicio marítimo provincial de la Guardia Civil de A Coruña, procedieron a investigar a un vecino de Mugardos, J.J.P.L. de 42 años de edad, como presunto autor de un delito contra la salud pública por comercializar marisco con toxina.
El origen de la investigación se remonta al pasado día 3 de este mes, cuando en una actuación contra el furtivismo en la ría de Ferrol, resultó denunciado un vecino de Mugardos que fue sorprendido mariscando de manera furtiva en horario nocturno con un equipo de respiración autónoma. En dicha actuación fueron intervenidos 20,8 kilogramos de navajas así como el equipo de buceo del infractor.
Las gestiones realizadas permitieron descubrir que el marisco era comprado de manera ilegal por un local de restauración de la villa de Mugardos, motivo por el que se procedió a efectuar una inspección en el mismo, localizándose abundante marisco, entre el que se encontraban casi 6 kilogramos de vieira.
Una muestra de éstas, fueron remitidas al INTECMAR (Instituto Tecnológico para o Control do Medio Mariño de Galicia) por tener sospechas de que podrían contener toxinas.
El pasado día 22 se recibieron los resultados de los análisis de las muestras, confirmando la presencia de la toxina ASP en cantidad que duplicaba el máximo permitido por la legislación vigente.
De la instrucción de las diligencias se encarga el Juzgado de Instrucción de Guardia de Ferrol.
Todo se inició el día 3
En torno a las 02.00 horas de la madrugada del viernes,día 3, cuando agentes del servicio marítimo provincial de A Coruña de la Guardia Civil prestaban servicio por la zona de la playa de Bestarrouza al final del paseo marítimo de la localidad de Mugardos, observaron como un individuo se encontraba buceando, realizando una actividad extractiva del marisqueo sin autorización, con medios prohibidos y a una hora no autorizada, por lo que tras proceder a su identificación, resultó ser J.R.M. de 40 años de edad y vecino de la localidad mugardesa, incautándosele un saco que contenía 20,8 kilogramos de navajas y cuatro chocos que arrojaron un peso de 1,2 kilogramos.
Las navajas fueron entregadas a los vigilantes de la cofradía de Barallobre para su siembra y los chocos entregados en un centro benéfico.
Asimismo fue decomisado el equipo de buceo completo que fue entregado a Guardacostas de la Xunta de Galicia.