Era la una y media de la tarde de este jueves cuando la fragata «Blas de Lezo» atracaba en el muelle número 3 del Arsenal Militar después de haber permanecido unas horas en la Estación Naval de La Graña. Era su regreso «casa» después de que casi hace dos meses la fragata zarpase en demanda del puerto de Kuwait escoltando al Portaeronaves “Juan Carlos I” durante todo el despliegue.
En el muelle del Arsenal se encontraban para recibir al buque un buen número de familiares y amigos de los miembros de la dotación así como una representación de la Armada a cuyo frente se encontraba el Contralmirante Jefe del Grupo de Acción Naval 1, Alfonso Pérez de Nanclares y Pérez de Acevedo.
Tras la maniobra de atraque, con la ayuda de remolcadores de la Armada, se celebró la ceremonia oficial. El CA Alfonso Pérez de Nanclares subió a bordo de la fragata y fue recibido por el comandante del buque, CF Vicente Rubio Bolivar a quien saludó y dio la bienvenida.
No faltaron “aires militares” a cargo de la Unidad de Música del Tercio del Norte de Infantería de Marina.
Y tras la ceremonia de saludo a la tripulación se efectuó el «encuentro». Los miembros de la tripulación bajaban a tierra y recibían el saludo, entre abrazos e incluso lágrimas, por parte de sus familiares.
El «Juan Carlos I» y la «Blas de Lezo»
La agrupación naval integrada por los dos barcos españoles tenía por la proa varios objetivos que cumplir. En primer lugar, el “Juan Carlos I” debía llevar una Unidad de Helicópteros de transporte, compuesta de 3 Chinook HT-17 y 2 Cougar HT-27, hasta el norte del Golfo Pérsico. Por su parte, la fragata debía proporcionar escolta a dicho buque. El destino de estas aeronaves era desplegar en la base iraquí de Camp Tají, donde se integrarían como parte de las fuerzas españolas que participan en la Operación “Inherent Resolve”, y prestar servicio combatiendo al “Daesh” en Irak.
Los buques llegaron a Kuwait el 24 de mayo, donde el “Juan Carlos I” desplegó las aeronaves con éxito.
Por otro lado, debían llevar a cabo actividades en apoyo al Plan de Diplomacia de la de Defensa, y de potenciación de la industria nacional. Así como contribuir a reforzar la presencia de España en áreas de interés en África, haciendo escala en los puertos de Bombay (India) y Alejandría (Egipto).
Así mismo, durante el tránsito los buques prestaron apoyo a las fuerzas amigas y aliadas participantes en las operaciones “Sea Guardian” contra las actividades ilegales en la mar, “Atalanta” en la lucha contra la piratería, y “Sophia” luchando contra el tráfico de personas en el Mediterráneo, así como a las fuerzas de la Coalición en aguas de Oriente Medio, además de realizar ejercicios conjuntos con las Fuerzas Armadas francesas, italianas, indias y egipcias.