Días tristes

Alejandro Padilla

Este mes se volvió a escribir una página triste para nuestra ciudad, y es que cerró un negocio que desde hace tres décadas le daba vida a un barrio, el de la Magdalena, y ya sólo nos queda la fe en los pequeños y medianos emprendedores para que haya esperanza de futuro.

La cotidiana pesadilla del cierre de otro comercio (en este caso muy importante por su volumen de negocio) va transformando el centro de la ciudad, en un barrio que se desangra al mismo ritmo que envejece por su abandono.

Cada año que pasa, perdemos población a pasos agigantados y la que no perdemos va envejeciendo. Ferrol acaba de romper la barrera de los 67.000 habitantes, situándose en los 66.899 habitantes, y esto no hace más que ratificar que desde hace décadas se está haciendo algo mal y no se le pone remedio alguno.

Todos somos conscientes de las dificultades vividas desde hace muchos años derivado de una crisis y de muchas decisiones que afectaron duramente a nuestra ciudad. La realidad es que mientras otras áreas se están empezando a recuperar, Ferrol no está percibiendo ninguna mejoría debido a la falta de propuestas y nuevos proyectos de un gobierno municipal que ha instalado la parálisis absoluta en nuestras calles. Una falta de gobierno que lo único que ocasiona es una pérdida de población y de actividad en general, afectando especialmente al comercio y a la hostelería.

Al final lo más triste de toda esta historia es ver como la ciudad sigue hundiéndose poco a poco y los ciudadanos o los grupos de la oposición por mucho que lo intenten no pueden hacer nada, porque la persona que podría darle un giro a esta situación, en realidad no lo hará, su hoja de ruta y sus intenciones son las de hundir a Ferrol y matar el centro histórico de la ciudad. Medidas como la peatonalización salvaje e improvisada propuesta por este gobierno o como la intención de seguir suprimiendo plazas de aparcamiento injustificadamente… medidas que solamente contribuyen a desmotivar el emprendimiento, vaciar nuestro centro histórico e ir apagando progresivamente nuestra ciudad.

Desde la oposición se han presentado múltiples iniciativas para intentar paliar esta situación: se ha aprobado la creación de una partida presupuestaria para el fomento del emprendimiento, se ha aprobado una iniciativa para dotar de un Plan de Usos a FIMO, una infraestructura infrautilizado que puede ser reclamo para la implantación de empresas. Se intentó aprobar una iniciativa para rebajar el IBI a todos los ferrolanos y que el Gobierno rechazó por no verlo importante. Se han aprobado iniciativas para la recuperación demográfica de Ferrol, para darle actividad a los bajos cerrados de Ferrol…

Se han aprobado múltiples iniciativas para intentar cambiar el rumbo de la ciudad, que la mayoría fueron aprobadas y que han quedado guardadas en un cajón por culpa de un alcalde que no las quiere ejecutar ni desarrollar.

Si queremos cambiar la dinámica de nuestra ciudad tenemos que remar todos en la misma dirección, el problema es que parece que los vecinos y los grupos de la oposición demandamos remar en una dirección, y el alcalde que es el que guía el rumbo de la ciudad navega en dirección contraria.

Tengo confianza que esta dinámica cambie, porque creo en el potencial que tiene esta ciudad y las oportunidades que puede generar, por eso con toda esta situación me viene a la mente una frase de Paulo Coelho, «Si eres lo suficientemente valiente como para decir adiós, la vida te recompensará con un nuevo hola». Ojala ese “hola” a nuevos negocios, al regreso de antiguos, a la dinamización del comercio local, al regreso de aquellos que se marcharon y al aumento de la población no tarden en llegar.

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Un comentario

  1. Sin animo de ofender a nadie, me pregunto,si todos reman en una dirección y solo uno lo hace en la contraria, no sería hora de que quien les pone en cargo de los remos se pregunten que están ellos haciendo mal, es fácil siempre culpar, y no asumir, también es fácil una vez en el mando del barco, hacer lo que le da la gana al capitán, por que así, son las leyes de la navegación, pero si este lleva la nave con dirección a las rocas sin contar con la opinión de la mayoría de los remeros ¿se puede consentir?. Una mera y simple opinión, y ruego perdón por anticipado si a alguien molesta esta humilde y sincera opinión. Gracias.