La fiscalía denuncia a Beatriz Sestayo por un supuesto delito de injurias a un juez al que acusa de machismo

(Foto: Galicia Ártabra).

La Fiscalía ha denunciado a la concejala y secretaria de la ejecutiva socialista del PSOE en Ferrol Beatriz Sestayo por un supuesto delito de injurias a raíz de una publicación suya en las redes sociales en las que acusa de «machismo» a un juez, y pide que se le tome declaración en calidad de investigada.

 En un escrito remitido al juzgado decano de Ferrol, el ministerio público hace alusión a una decisión de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) de analizar la publicación de Sestayo sobre un caso de violencia de género del que formó parte como abogada defensora. «Publicó (…), entre otras manifestaciones y juicios de valor dirigidos a expresar su disconformidad con el archivo de la causa, frases de valoración personal del titular del juzgado, Alfredo Fernández, al que calificaba públicamente como machista», reza el texto.

Así, tras interpretar que esos hechos «revisten apariencia delictiva» y que «pueden ser constitutivos de un delito de injurias», solicita al juzgado de Ferrol que tome declaración a la ex teniente de alcalde en la ciudad naval y ex diputada socialista. Además, pide consultar al mencionado juez si quiere tomar medidas contra ella.

PUBLICACIONES EN FACEBOOK

En concreto, las manifestaciones que han dado lugar a esta actuación de oficio fueron publicadas por Sestayo en su cuenta personal de Facebook el día 25 de mayo. «Los jueces aún son demasiado impunes en este país y la sensibilidad de estos machistas es la que es» y «El juez de violencia de género de Ferrol se ve que considera que la voluntad de las mujeres es inútil y debe estar al servicio del macho», extracta la Fiscalía de las apreciaciones de la socialista sobre que no se hayan tenido en cuenta los mensajes enviados por una supuesta víctima a su agresor.

«PERSEGUIR ABOGADAS FEMINISTAS»

A este respecto la propia Sestayo ha lamentado que la «prioridad» de la Justicia sea «espiar las redes sociales de abogadas defensoras de víctimas de violencia de género» y no «perseguir a los maltratadores». «Así poco avanzará la Justicia», ha profundizado, al tiempo que ha reclamado que las víctimas sean atendidas «debidamente» con más «medios» y con «un trato digno en los juzgados». «Bastante trabajo hay para acabar con el maltrato, como por desgracia se ve cada día, con terribles cifras de violencia de género, como para que se dediquen a espiar las redes sociales y a perseguir a las abogadas feministas», ha sentenciado, convencida de que lo ocurrido es «propio de un país claramente involucionado».

 

Lea también

O Campus Industrial de Ferrol acolle a I simulación sobre o funcionamento da ONU

  As alumnas do primeiro curso do grao en Relacións Internacionais, Sofía Castrillón Riol e …

2 comentarios

  1. Que cumpla la ley,como todos

  2. Esta chica habla así porque es un hombre y (supongo) considera inaceptable que no sea una mujer la titular de «violencia de género» de Ferrol. Típico caso de feminista radical que se cubre de soberbia con una base ideológica ya caduca. Hace más de 10 años que comenzaba en este país una muy discutible (aunque nada discutida) Ley de Violencia de Género en la que, con el pretexto de actuar con la mayor rapidez y diligencia contra este triste fenómeno, se le privaba al hombre (sistemáticamente y por su sóla condición de género) la presunción de inocencia. Todos los años cientos (sino miles) de hombres son humillados por sus parejas y ex parejas que aprovechan esta circunstancia. Lo peor no es eso, lo peor es que la llamada «violencia machista» no ha dejado de incrementarse. Algo falla, no cabe duda, pero no creo que sea por falta de medidas coercitivas ni penales. Y no menciono otros asuntos relacionados para no extenderme.
    Por otra parte, Beatriz Sestayo no es un ejemplo de feminista aunque lo pretenda. Su aspecto de «famosa de la tele» pintarrajeada sin límites, su personalidad autoritaria y su estado de bronca continua contra el mundo la alejan de esa realidad.