(FdV-A. Castellano/R. Prieto | Las Palmas)-La adjudicación del portaaeronaves «Príncipe de Asturias» a una unión temporal de empresas (UTE) participada por una sociedad mercantil de Madrid y otra de Turquía, que se encargarán de desguazar el navío en el país euroasiático, se encuentra paralizada. El Ministerio de Defensa ha admitido a trámite la impugnación presentada por la compañía canaria Logiscrap al resultado de la venta.
El buque insignia de la Armada fue dado de baja en diciembre de 2013 por sus elevados costes de mantenimiento -30 millones el año-. El Arsenal Militar de Ferrol fue el lugar en el que estuvo custodiado hasta que Defensa logró deshacerse de sus más de mil toneladas de acero y chatarra, pasando más tarde a uno de los muelles de Navantia. Para ello tuvo que convocar hasta cuatro subastas. Las tres primeras, con un precio de salida de 4,2 millones, quedaron desiertas. En la última, un comprador se hizo con el buque de la Armada con una rebaja en la puja hasta los 2,4 millones. La adjudicación recayó en la Unión Temporal de Empresas formada por la compañía española Surus Inversa y su socio turco, Leyal. El importe final de la venta se cerró en más de 2,7 millones, unos 300.000 euros por encima del precio de salida. El proceso de adquisición estaba a expensas de que se certificara toda la documentación y de la posible presentación de alguna alegación.
Cuando la Armada dio de baja el portaaviones, Defensa barajaba la posibilidad de comercializar su buque estrella a una Marina de otro país, una opción que finalmente se dio por descartada. La Armada angoleña, indonesia o brasileña mostraron interés, pero ninguna gestión llegó a traducirse en una adquisición porque les resultaba inviable mantener el portaaviones español. Un buque con capacidad para 600 personas frente a los 300 efectivos a los que no llega su sucesor, el «Juan Carlos I».
El proceso de baja comenzó en la base naval de Rota, donde se llevó a cabo la fase previa de inmovilización y parte del desarme. En febrero de 2013, el «Príncipe de Asturias» realizó su última navegación hasta Ferrol para realizar allí el proceso de desmantelamiento. La desmilitarización del buque no implicó que todos sus componentes sean descartados. De hecho, muchos podrán ser utilizados para otros buques de la Armada, como los equipos electrónicos, sistemas de comunicaciones o elementos de energía y propulsión como motores o turbinas.
Jesús Sierra, administrador la empresa canaria Logiscrap que pretende despiezar el buque insignia de la Armada en su planta del Puerto de La Luz, afirma que el adjudicatario carece de algunos de los requisitos exigidos en el pliego de condiciones, concretamente el certificado de calidad ISO 30.000, que se otorga para garantizar que las instalaciones de achatarramiento cumplen todas las obligaciones legales y medioambientales, y el 14.001, que establece la implantación de un sistema de gestión ambiental. Sin embargo, desde Surus Inversa, una de las dos empresas que conforman la UTE, aclararon que poseen desde 2013 al menos el primero de los certificados.
El periódico ABC adelantó el pasado enero que los trabajos se iban a iniciar ese mismo mes con un inventario de materiales peligrosos después de que Estados Unidos diera el visto bueno a la venta del portaaviones, aunque con una condición: que se desmantelara el sistema de radares, antenas y comunicaciones encriptadas con las que cuenta el buque antes de su traslado a Turquía, como recalcó el mismo medio.