El actor eumés Mateo González ha fallecido ahogado en la dársena de la Marina. El cadáver ha sido recuperado por efectivos del grupo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil en la tarde de este viernes, en torno a las 18.45 horas.
Según han indicado fuentes policiales y del gremio, el hombre desapareció la noche del miércoles al jueves al salir del edificio del Real Club Náutico, adonde se había dirigido con unos amigos después de asistir a la gala de los premios María Casares, que se entregaron en el teatro Rosalía de Castro.
La investigación para esclarecer las causas trata de averiguar si a la salida de club náutico pudo haber sufrido un percance en la dársena.
Mateo González participaba en la serie de TVG «Serramoura«; también colaboró en «Amar es para siempre» y, en cine, en «El desconocido», junto a Luís Tosar.
ENTREVISTA EN GALICIA ÁRTABRA
En el mes de septiembre de 2015 Galicia Ártabra entrevistó al joven actor y entre otras cosas señalaba
«Yo me llamo Mateo González Miño, soy una persona extrovertida, ya de pequeño jugaba con mis primos con mi hermana me gustaba llamar la atención, hacíamos payasadas, nos reíamos. Me gustaba llamar la atención, yo era muy graciosillo en clase Pienso que ya lo mío estaba en el teatro. Mis primeros pasos, cuando me encontraba en el instituto hice lo que se dice mis primeros pinos, parece que no iba mal y fueron precisamente mis profesores los que me animaron a pertenecer al grupo de teatro del centro. Al principio pensé que lo iba a pasar bien, que me facilitaba el faltar a algunas clases… pero poco a poco me fue entrando el gusanillo y parece que «fui a más». Recuerdo que después de la primera obra de teatro en la que intervine el director, que era temido por todos me llamó a parte y pensé que era «para despedirme» y me dijo «no me lo puedo creer, genial, me cuesta hasta decirlo, pero debes seguir en esto» Y así empezó todo.»
«Me fui preparando, estuve unos meses en una escuela de teatro de A Coruña, pero tenía dificultades para ir y venir, y Lucía una profesora de teatro, amiga mía, encantadora, me comentó que había una escuela de teatro en Narón de la que le habían hablado maravillas y ella fue la que posiblemente encendió la mecha porque si no me hubiese animado a ingresar en esa escuela todo hubiese quedado en un recuerdo bonito. La verdad es que al llegar a la escuela de Narón de la mano de muchos profesores y profesoras aquello ya era otra cosa, la batuta la llevaba Flor Maceiras mi gran profesora que fue la que peleo conmigo muchísimo y empecé a ver que el teatro es una disciplina que no basta con romper barreras, sino que hay que leer, danza. movimiento, entender lo que lees, y ahí empecé».
Cuando acabamos en la escuela un grupo de amigos y amigas nos decidimos a crear una compañía pensando en poder actuar en grandes teatros, pisar grandes escenarios, y fundamos «Teterella teatro», «unos tontos-locos». Teníamos el nombre, ¿qué era lo demás? Una de las compañeras, la ferrolana Carmen Blanco, tenía un guión fantástico, divertido, cómico, y con él nos pusimos a trabajar y fue con la primera obra que arrancó el nuevo grupo teatro y Abigail, Mariam, Carmen y yo nos pusimos a la faena, preparamos la obra y funcionó muy bien, empezamos a dar guerra y a sonar por ahí, removimos todo lo que pudimos dándonos cuenta que todos los principios son duros, pero estuvimos tres años alargándola, intentamos ir a todos los sitios posibles, fuimos a algún festival…
Tirso Calero es el coordinador y guionista de «Amar es para siempre» y nos dice que tiene una obra «Love room» que marcha muy bien en Madrid y que le agradaría que se hiciese una adaptación al gallego para interpretarla nosotros. Carmen Blanco dijo que se encargaba de la adaptación y de la dirección y yo con Tania Villamarín,una actriz como la copa de un pino nos pusimos al frente como actores, al principio con un poco de miedo, pero… a Calero le gustó mucho, y nos abrió muchas puertas. En el Colón se registró un lleno hasta la bandera, un exitazo impensable. Y eso fue un sueño, un regalo que nos dio la vida y dio que hablar y a raíz de esta obra pues Calero piensa en mi para «Amar es para siempre», en un papel pequeño pero con mucha continuidad, en el que estaré todo el tiempo que dure, aprendiendo de la mano de gente increíble que arrasa, como Lola Herrera, Toni Cantó… muchísimos más».
Hice de todo
«Yo sinceramente hice de todo, pinte fachadas, un verano estuve en la construcción di clases de teatro, fui camarero sobre todo —se sonríe— con Fernando Carrero montamos un bar en Pontedeume «La divina comedia», un local pensado para lo que nos gustaba él es músico, un percusionista buenísimo y yo que me gustaba la interpretación… hasta contábamos con telón y todo, lo mantuvimos durante tres años, un tiempo que fue algo inolvidable, fantástico, actuaciones teatrales, música, había de todo, fiestas de disfraces, hasta karaoke pero siempre con actuación de cara porque que era lo que nos gustaba. Lo de camarero, pues como a mucha gente del teatro en España, me suponía el poder permitir seguir con la interpretación, son unos horarios raros, que en otras empresas con horario normal no podría.»