Duras críticas fueron las lanzadas en la mañana de este viernes por los sindicatos con representación en las factorías de Navantia en Ferrol y Fene en el transcurso de actos en los centros de trabajo en los que se pidió el cese del presidente, José Manuel Revuelta.
Posteriormente en el transcurso de una rueda de prensa celebrada en la sede de la CIG los representantes de los comités de empresa de los astilleros de Ferrolterra han sostenido que «uno de los problemas fundamentales» de la empresa «es su presidente»
Javier Galán, presidente del comité de empresa de Navantia-Ferrol ha anunciado una campaña de «acoso y derribo» para propiciar la salida del dirigente desde el «nuevo gobierno del Partido Popular» y su pertición la llevarán ante alcaldías y gobiernos autonómicos , además de a la comisión de Industria del Congreso de los Diputados.
Retrasos del flotel
En relación al flotel para Pemex Galán señaló que la construcción acumula «retrasos» y que la entrega podría producirse en diciembre, mientras que la del Buque de Acción Marítima para la Armada Española se llevaría a cabo en diciembre del 2018.
Las pruebas de mar, que han arrancado esta misma semana, estaban previstas en primera instancia para mayo pasado, aseverando que hubo «prisas para botar» el barco: «Tuvieron que hacerse cesáreas para introducir material y equipos». Se afrontó, a su juicio, con el buque «incompleto» y adelantándose en «dos meses» porque había que «vender lo bien que trabajamos». Pero a esto se suma que ya acumula «tres responsables de programa», dos de los cuales fueron cesados por atesorar «más de veinte años sin responsabilidad» en tareas semejantes.
Fue, ha añadido, la «primera vez» en que una botadura se llevó a cabo «sin escapes» en la unidad, sentenciando en torno a la falta de coordinación que «con la pintura utilizada se podía pintar tres veces».
críticas
Los datos de los comités reflejan que la labor de ingeniería para el buque encargado por Turquía emplea a 75 ingenieros y a otras 21 personas mediante subcontratación. Sin embargo, afean que Fene «no tiene carga de trabajo» y las «nulas relaciones laborales» que auspicia la dirección de Navantia.
Javier Galán ha lamentado que la «única negociación que mantuvimos fue el debate por el cuarto convenio colectivo», sobre cuya nulidad se pronunciará el próximo 22 de noviembre el Tribunal Supremo.
Ha criticado el exceso de horas de faena, que «no se está abonando», y la supresión de la «reposición de familiares muertos por amianto» desde el desembarco de Revuelta.
También ha cargado contra las intenciones de contratación de 25 ingenieros sin contar con veredicto de la parte social, la modificación de objetivos para técnicos superiores o la «nula información por parte de la dirección» sobre asuntos relevantes.
Las centrales sindicales han censurado en su comparecencia la «modificación sustancial de la organización productiva» a partir del inicio del flotel, que supuso la eliminación de gremios y su sustitución por programas específicos.
Galán ha considerado, además, que la «centralización» de compras o tareas de ingeniería es «nefasta» y que no beneficia a las plantas en las que se ejecuta cada unidad.
Como ejemplo, ha citado que los responsables del programa «del quinto y sexto BAM están en Cádiz» cuando uno de ellos se desarrolla en Ferrol.
Las críticas sindicales se han extendido al «cambio opaco en la organización», realizado «sin contar con la representación sindical» y que dio entrada a normas que llegaban a ir «en contra del convenio colectivo».