El presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, y el alcalde de Pontedeume y diputado provincial, Bernardo Fernández Piñeiro, presentaron este viernes en el local social de Centroña un nuevo proyecto de mejora de la seguridad viaria de la carretera DP 4803, que conecta Miño y Pontedeume pasando por Perbes y que consiste en la construcción de las aceras en la dicha parroquia.
Formoso presentó a los vecinos esta iniciativa, dotada con 628.896 euros de los fondos provinciales, y explicó que las obras incluirán la creación de una acera de más de tres kilómetros, que favorecerá el tránsito entre los núcleos de población de Ventosa, Vizus, El Portiño y Centroña. Esta actuación fue ampliamente demandada por los vecinos de la zona, ya que la carretera carece de sendas y complica el acceso a pie a servicios como la antigua escuela unitaria (hoy local de la asociación de vecinos), al cementerio o las principales playas del municipio.
Para garantizar la seguridad tanto de los vehículos como de los viandantes, el proyecto contempla la incorporación de pasos de cebra y las señalizaciones verticales y horizontales pertinentes. Dichos cruces se ubicarán en puntos estratégicos donde la visibilidad en ambos sentidos de circulación sea suficiente para permitir un frenazo seguro ante la presencia de un peón en la carretera.
Según el alcalde, Bernardo Fernández, se trata de un gran día para esta parroquia y para el conjunto de los eumeses, «xa que con esta actuación dase cumprimento a unha demanda realizada pola veciñanza dende hai máis de vinte anos».
Al mismo tiempo, destacó que una vez conseguida esta actuación seguirá negociando para conseguir infraestructuras como esta en otras vías provinciales que discurren por el municipio.
Por su parte, González Formoso explicó que entre las líneas estratégicas del área de Vías y Obras de la institución provincial está la realización de proyectos de mejora de la seguridad peatonal, como lo que se ejecutará en Cetroña (Pontedeume), la humanización de travesías, la ampliación de los viales más estrechos y la eliminación de puntos negros de la red provincial de carreteras, que cuenta con más de 2.000 kilómetros.
La nueva acera discurrirá entre los puntos kilométricos 7,1 y 10,25, ofreciendo una vista panorámica de la ría de Ares, y tendrá un ancho tipo de dos metros, excepto en puntos concretos en los que la presencia de viviendas y otras edificaciones impiden la ampliación de la vía.
El proyecto elaborado por el servicio de Vías y Obras de la Diputación limita al mínimo las expropiaciones y los movimientos de tierra que puedan afectar a accesos, cruces de carreteras o servicios como el alumbrado, conducciones de telefonía o electricidad. A pesar de estas mínimas interacciones con el medio ambiente, las obras también incluirán la revegetación de las zonas afectadas, como plantaciones y tierra vegetal para la integración de la había escogido, los taludes y los terraplenes.