Por Rafael A. Permuy Lopez
Tal dia como hoy, «en la madrugada del 6 de marzo de 1938, concretamente a las 05,00 horas, frente al cabo de Palos, a unas 70 millas de la costa, resultaba hundido el crucero nacional «Baleares», a resultas del combate naval entablado entre ambas Flotas beligerantes. El mas moderno de los buques de linea nacionales era alcanzado por varios torpedos lanzados por los destructores republicanos de la 2ª Flotilla, «Sánchez Barcáiztegui», «Almirante Antequera» y «Lepanto»….»
Así escribía yo en el libro «Historias de Ferrol en Guerra», editado en el verano de 2009 la tragedia del hundimiento del crucero, tan ligado a mi Ferroliño querido…. también escribí sobre este tema en la Revista Española de Historia Militar nº 33….
Pero, ademas, la tragedia de esta guerra fratricida, que jamás debió ocurrir, condujo a que mi tío Manolo López Soto, marinero voluntario en el crucero, fuese naufrago y superviviente del buque hundido, recogido por los destructores británicos que acudieron al rescate… tardó mas de una hora en trepar por el cabo situado al costado del navio, ya que estaba completamente empapado en petroleo…
Afortunadamente, mi padre, Jesús Permuy Seijo, comandante maquinista, militaba en el Armada gubernamental y hacía pocos meses que había desembarcado del destructor «Almirante Miranda», cuya jefatura de máquinas desempeñaba…. así ambos cuñados no se vieron obligados a enfrentarse y debo decir que, por cierto, se profesaban un cariño mas que fraternal y que siguieron manteniendo y acrecentado en la postguerra…
Eso me lleva a señalar que la reconciliación es posible y las diferencias que parecen envenenar de nuevo nuestro país se pueden superar sin acritud y sin miedos a las ideas de cada uno, que son legitimas si son democráticas….
Pido un recuerdo para todos aquellos marinos fallecidos en acción, de cualquier bando, de cualquier país, de cualquier conflicto…. Reposad en paz, marinos, donde quiera que esteis…