La Consejería de Cultura y Portavocía del Gobierno de Murcia ha recibido la donación del archivo personal del poeta Dictinio de Castillo-Elejabeytia Fernández (Ferrol, 1906-Sandhausen, Alemania, 1987) con el fin de que sea adecuadamente conservado y difundido en el Archivo General de la Región.
La directora general de Bienes Culturales, Mara Comas, explicó que esta nueva incorporación al fondo del Archivo se lleva a cabo a través de un acuerdo con los hijos del escritor, que han donado “los documentos que recogen la trayectoria vital y profesional de un autor que está considerado como uno de los poetas más relevantes del panorama nacional de la Posguerra tanto en lengua española como gallega”.
Asimismo, la directora general señaló que “en estos momentos, se está trabajando en la organización y descripción de este rico fondo documental que, proximamente, se pondrá a disposición de todos los usuarios a través de la web del Archivo para contribuir al conocimiento y al estudio de la historia de la literatura murciana y española del siglo XX”.
El legado de Dictinio de Castillo-Elejabeytia Fernández contiene, además de documentos personales y profesionales, una abundante correspondencia con intelectuales como Menéndez Pidal, Azorín, Marañón, Gómez de la Serna, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Dionisio Ridruejo, Max Aub y Camilo José Cela), así como minuciosos diarios de viajes y los originales de algunos de sus poemas (parte de ellos, inéditos).
Destaca, asimismo, un conjunto de fotografías realizadas a lo largo de su vida y una nutrida colección de tarjetas postales de distintas ciudades, monumentos y obras de arte, fruto de sus numerosos viajes por toda Europa, el Norte de África y Oriente Medio, con anotaciones personales de gran valor. Parte de su biblioteca personal también ha sido donada.
TRAYECTORIA
Entre las principales obras de Dictinio de Castillo-Elejabeytia Fernández se encuentran los poemarios ‘Nebulosas’ (1934), ‘La arena de Dafnis’ (1943), ‘La canción de los pinos’ (1945), ‘En la costa del sol’ (1947), ‘Argos: poema del mar y del alma’ (1948), ‘Lirios de Compostela’ (1949) y su único poemario íntegramente en gallego, ‘O espello das bretemas e outros poemas’ (escrito hacia 1948 e inédito hasta 1987). Su última producción se recogió en su libro póstumo ‘Vuelo hacia dentro’ (1987).
Su obra poética obtuvo distintos premios, como el prestigioso Adonis (1954) y en 1950 fue elegido académico correspondiente de la Real Academia Gallega, según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
Asimismo, colaboró en revistas literarias como ‘Azarbe’, ‘Papeles de Son Armadans’, ‘Monteagudo’, ‘Revista de Occidente’, además de en los suplementos literarios de ‘ABC’ y en diversas revistas de Portugal, Bélgica, Marruecos o Estados Unidos. Destacar su colaboración con la revista ferrolana «Aturuxo»
De Castillo-Elejabeytia se licenció en Derecho por la Universidad de Santiago (1929) e ingresó posteriormente en el Cuerpo de Intendencia de la Armada, donde alcanzó el grado de capitán. Fue detenido durante los primeros años de la Guerra Civil en Cartagena y, al finalizar, sufrió el retiro forzoso de las Fuerzas Armadas.
Durante el inicio del conflicto, se casó en Mazarrón con Encarna de Zamora Valcárcel, con la que tuvo cinco hijos. En 1940 se trasladó junto a su familia a Murcia, donde se licenció en Filosofa y Letras y, algunos años más tarde, comenzó a ejercer como profesor de Filología Románica y Galaico-Portuguesa en la Universidad y como profesor de inglés en el Instituto Alfonso X.
En 1952 se doctor en Filosofa y Letras por la Universidad de Madrid y, un año más tarde, se trasladó a Alemania, donde ejerció durante dos décadas como profesor de Lengua y Literatura Española en las Universidades de Wrzburg y Heidelberg.
Dice de él Guillermo Llorca que en la temática de la mayoría de sus poemas en gallego están presentes sus paseos del poeta, de joven, por las tierras de Ferrol y comarca. En el tema del mar, como en «Vagas da Frouxeira» , encuentra su inspiración:
Foron as primeiras noivas
na grande e fermosa praia.
Rompían contra o meu peito
salvaxemente me amaban.
Nas súas crestas escumante
adeprendín nas nortadas
a xogar á vida e morte
cós perigos da resaca.
Fun de todas prometido
e nos buguíos e as rachas
con escuera voz profética
por meu nome me chamaban.
E quen eran revelándome
deixáronme nas entranas
un degoido de horizontes
e de naves que se marchan.