Un pleno naronés, con muchas mociones pero escasas referidas a Narón

(José M. Gutiérrez Souto)

Nueva sesión plenaria en el Ayuntamiento de Narón, la penúltima del año. Larga, como todas las que la han precedido en esta legislatura. Y esto parece que no gusta en la planta noble del Ayuntamiento. Tanto es así que el alcalde se refirió en varias ocasiones a la duración del pleno, llegando incluso a cortar las intervenciones de los concejales -de la oposición-.
El pleno se inició con la propuesta de aprobación del convenio Ferrol-Narón de colaboración para el programa ayudas FEDER, a iniciativa del grupo de gobierno. Tal vez sea este el punto de partida de una hermosa amistad, o quizás estemos contemplando los albores de un nuevo tiempo en el que Narón vuelva estar a la sombra de Ferrol.

La corporación local aprobó el convenio para desenvolver actuaciones conjuntas de ejecución y desenvolvimiento urbano sostenible de la cidade, una propuesta respaldada por todos los grupos con representación municipal excepto Eliximos Narón  que votó en contra.

Continuó con la lectura del informe de morosidad, en el que se comunica que el Concello tarda de media algo más de dos semanas en pagar a proveedores.

Antes de abordar las mociones tramitadas por la vía urgente se aprobó una declaración institucional para la promoción del año 2016 como Ano das Irmandades da Fala.

«Sólo» quedaban las mociones. Un total de 11, de las cuales únicamente cinco contenían temas referidos a Narón. El resto, instancias a otras instituciones: desde Rajoy a la ONU, para tomar medidas en asuntos de diversa índole. Salió adelante una presentada por el comité de empresa de Navantia.

La primera moción fue a cargo de Eleximos, sobre la ínclita turbo-rotonda de Freixeiro. Se encontró con la oposición de todos los grupos, que lo remitieron a informes de la policía local.

Prosiguió el turno de mociones su compañero del grupo mixto, André Abeledo, dando lectura a la primera moción yerma de la tarde, en la que llegó a pedir el boicot a Air Europa. Permítame el lector que a partir de aquí solo informe de las mociones que tienen que ver con Narón, pues por mucho que nos solidarizamos con la crisis de los refugiado, poco pueden hacer nuestros humildes concejales desde nuestra pequeña localidad.

Después de esta boutade, era el turno del grupo popular. López Balado presentó una moción para incluir a los espacios del Padroado en la tarjeta-bono «Cultura Gallega». La edil de Cultura acabó reconociendo que se les pasó el plazo, ya que no se habían informado sobre el bono. No obstante, TEGA votó de forma desfavorable.

Turno de nuevo para Casal, esta vez por el proyecto del centro de dinamización cultural de Pedroso. Tras ennumerar una serie de errores técnicos del proyecto, Marián Ferreiro excusó al grupo de gobierno diciendo que el proyecto tiene el visto bueno de los vecinos.
Una vez votado desfavorablemente este punto, volvió a plantear Casal una nueva moción, esta vez instando al gobierno municipal a elaborar un plan de accesibilidad para discapacitados, exhortando al Concello a que pusiesen en práctica la normativa de la Xunta.

La última moción concerniente a Narón la encabezó López Balado. Propuso una reducción del IBI al 0,6, e instó a pedir una revisión catastral. Villamar le respondió que «salvo algunos casos al menos no subía«. La moción del grupo popular fue respaldada por el resto de miembros de la oposición, aunque no salió adelante debido al voto en contra de los partidos de gobierno.

El pleno concluyó con una reflexión del alcalde sobre la futilidad de muchos de los temas tratados en el consistorio y pidió a los demás grupos que tomasen medidas al respecto.