Manuel Molares do Val–(molares@yahoo.es-cronicasbarbaras.es)
Antes de que se descubriera el fraude de Volkswagen en sus motores diésel, los líderes españoles de los sindicatos internacionalistas UGT y CCOO en las fábricas de Seat y Audi que la empresa alemana tiene en Martorell, Barcelona, se negaron a pronunciarse contra la independencia de Cataluña porque “no tiene por qué afectar al empleo”.
Al contrario, apoyaban el “Pacto Nacional por el Derecho a Decidir” la independencia. Tanto, que Artur Mas los premió con la Cruz de Sant Jordi de 2014 por unirse a la “construcción nacional”.
Además, los subvenciona con siete millones de euros anuales cuyo destino nadie más que ellos controla, y eso aparte de lo que reciben del Estado español.
La implicación secesionista la demuestra la vicepresidenta y portavoz del Gobierno de Mas, Neus Munté, una dirigente de UGT cuya militancia sindical la llevó a la política.
SEAT, fundada por el Instituto Nacional de Industria franquista en Barcelona en 1950, significa Sociedad Española de Automóviles de Turismo. Quizá deberían llamarle SCAT.
Todavía se desconoce cuánto pagará VW por reformar millones de motores, ni el importe de los muchos miles de millones de multas que deberá cubrir en el mundo.
José Manuel Soria, el ministro de Industria, advirtió que solicitará la devolución de los mil euros por coche concedidos como ayudas a los coches “verdes” fraudulentos.
Pero UGT y CCOO exigen ahora que España no reclame: SEAT proporciona trabajo a 14.000 empleados directos y 45.000 indirectos.
Quieren que los impuestos de los españoles sigan pagándoles las subvenciones, tras traicionarlos cuando desconocían el fraude que ahora hace peligrar su trabajo.
Tendrán suerte: Ángela Merkel intercederá ante el malvado Mariano Rajoy para que no sufran lo que merecen, tanto la empresa por su fraude, como ellos por haberse vendido al separatismo.
Malditos separatistas… Ya les gustaría ser como Galicia. A día de hoy Cataluña pierde población a un ritmo de vértigo por su envejecimiento, ya no hablemos de la escasa industria que tienen, una industria que les lleva a ser un pueblo secularmente emigrante, además a día de hoy su economía es tan débil que no atrae ni a inmigrantes, paseen por las calles de Barcelona y verán que encontrarlos se hace raro. Por otra parte, Cataluña con ese separatismo no ha conseguido que sus deportistas tengan especial importancia en España, ni tampoco su turismo depilfarrador en obras faraónicas genera apenas dinero, y que decir de su idioma, tanto separatismo les ha conducido a que hoy en las grandes ciudades el catalán ni sea hablado, ni se espera que lo sea viendo las actitudes de los progenitores hacia sus hijos afortunadamente, han conseguido borrar su propia historia y hoy practicamente Cataluña ya no es relevante en el Estado. Vayan a alguna ciudad y verán carteles de SE VENDE, SE ALQUILA….a esto les ha llevado el separatismo…..Si quiere buscar un sitio así, no se vaya a tierras catalanas, nada de esto ocurre, quédese aquí,abra los ojos y descubra todas estas bondades que a Galicia le ha brindado,le brinda y le brindará su amada España. Que mal le va a Cataluña con su separatismo, y que bien nos va a nosotros con nuestro unionismo radical, verdad?