Ahora que estamos a comienzos del mes de agosto, mes de vacaciones, de fiestas, de visitas de cruceros, es un buen momento para hacernos varias preguntas relacionadas todas ellas con ese importante sector, como es el del turismo que en algunos aspectos ha comenzado a dejar buenas “pelas” en la ciudad y comarca.
Porque está muy bonito eso, el decir que se registra un buen número de visitas, por tierra y por mar, que esas personas que acuden atraídas “por algo”, que realizan sus gastos, compras, hoteles, hostelería… pero ¿qué les ofrecemos?.
De momento en relación al paisaje urbano, un Cantón en vías de recuperación, con una “pajarera” ¿Por qué denominamos así esa instalación cuando desde un principio se dijo que sería un invernadero como ya otro con el que se contaba y que se derribó, justo donde se encuentra el monumento a la música tradicional? Un Cantón que mientras lo van mejorando día a día vamos embadurnando, pues basta ver como los bancos y jardines se utilizan como depósitos de botellas vacías, bolsas, desperdicios, o incluso como los nuevos bancos del “paseo de las delicias” disfrutan de unas “lindas” pegatinas.
A raíz de una información sobre clases impartidas por efectivos de la Guardia Civil en Ortigueira a un grupo de niños un lector señalaba “asi, así se empieza, desde muy jóvenes hay que educar”. Y cierto, esa mala educación, ese “gamberrismo” ese “no me importa”, o ese “que limpien ellos” (cambiando la palabra inventen de Unamuno) nos lleva a no querer a la ciudad, a nuestro Ferroliño de siempre, y a una desgana que se va haciendo mayor con los años.
Esos visitantes pueden ver los Arsenales desde una parte de los jardines de San Francisco. ¿Es cierto que la obra final se ralentiza?, ¿será por lo del dichoso ascensor que algún Ayatolá denominó como panorámico?
Y después…bueno, los museos naval y de la Construcción Naval , el pastel de la casa del Concello, la concatedral de san Julián y… adiós muy buenas.
Porque tenía razón la socialista Rosa Méndez, la edil de Patrimonio, cuando criticaba el estado del castillo de san Felipe, ¡aquelo da noxo velo!. Hierbajos, matorrales, suciedad, abandono…de una propiedad municipal que muchos dijeron que nunca debió adquirir el concello por lo mucho que costaría su rehabilitación y mantenimiento. ¡Como se salvó el antiguo edificio del gobierno militar hoy sede de Afundacion!, pues a pesar de todos los pesares y de las “machadas” que se hicieron en su rehabilitación, se mantiene en pie y apoya la cultura ciudadana. Lo de san Felipe es culpa de todos los gobiernos municipales, pocos hicieron algo, salvo la rehabilitación de unas dependencias que cualquier día vuelven a la ruina. Una peniña y que da vergüenza enseñar.
Y asi … esos visitantes de lo que se acordarán será ,desde luego, de la buena cocina de algunos bares y restaurantes, del capuchoncito con el que “posarán”, y si suben hasta Chamorro de una magnífica vista desde una capilla en manos de particulares (quizás fue la única manera de conservarla ).
Nada, no busquen más. Ya no les voy a hablar de la historia de la Plaza de España, ni de los buzos de las verjas de Navantia. En este mes de agosto o ese turismo aprovecha para sentarse en alguna terraza o se traslada a las playas no solamente de Ferrol sino de la comarca.
Aquí potenciar otras actividades…parece que van en desgracia, lo del turismo industrial, las visitas al Arsenal y Navantia, la organización de una ruta de la Ilustración, y otra del Modernismo…todo son intentos que por una u otra causa van desapareciendo como desapareció aquel slogan que se nos ofrecía en la entrada por las Pías “Ferrol capital del mar”. Uf, suena ya a rancio.
Esperemos que el nuevo responsable de turismo enderece un poco las cosas, aunque no deje a un lado la labor de su antecesora en lo que significa las Pepitas, la Semana Santa, la tradicional romería de Chamorro y alguna cosilla más. Su labor, paralela en muchas ocasiones a la de otras concejalías es importante, sobre todo por demostrar que Ferrol es algo mas que “playas, marisco y sol”.
PD/Con ánimo de crítica, dura. A una señora edil del concello de Ferrol que en el momento de guardar un minuto de silencio por las dos víctimas de Moraña fue “captada” por nuestro gráfico con el móvil a la oreja (tenemos la fotografía).¡Bonita imagen da esa señora!
A una señora edil, de cultura, de Pontedeume, que en conversación con una persona amiga de Galicia Ártabra demostró que no conocía, ni le sonaba el nombre del pintor eumés Abelardo Miguel ( Pontedeume -1918-1991).¡Vaya edil de cultura de una villa donde se conocen todos!
Una y otra merecen un “cero patatero”.
Desde Ultramar
Pedro Sanz-Director
Hay gente que no es válida ni para representarse a si misma. Hay nula promoción de lo que se puede o no se puede hacer como turismo y actividades alternativas.