El pasado 19 de junio se celebró un pleno en el ayuntamiento de Narón con la finalidad de aprobar la nueva composición de los órganos de gobierno, de la Junta de Portavoces, de las delegaciones, etc. Se repartieron todas las principales concejalías menos dos, la de las cuentas públicas y la de igualdad.
El motivo de la espera no ha sido otro que el incorporar al nuevo gobierno a los dos ediles electos del grupo municipal del BNG.
No obstante, esta forma de proceder resulta chocante en comparación con el año 2011, ya que mientras no se había firmado el pacto esas concejalías sí fueron repartidas para evitar una parálisis en un área tan importante como la de Hacienda, ahora se dice que entre tanto no hay nombramientos esa función la desempeña el alcalde.
Esto sin duda pone de manifiesto que, a pesar de que supuestamente se está a la espera de que se pronuncie la asamblea del BNG de Narón este mismo miércoles, día 1 de julio para aprobar la entrada en el gobierno de Pablo Villamar y de Teresa Sabio, el pacto ya está “firmado y sellado”, y que la asamblea es un mero trámite puesto que los temas programáticos de los tres grupos (TEGA,PSdG-PSOE y BNG) ya están “encajados·, como el saneamiento, plan general, movilidad, accesibilidad, etc.
Otro ejemplo de que el pacto ya está firmado de antemano es que al PP lo han dejado sin su personal de confianza, al igual que a IU y a Eliximos Narón.
Sin embargo, y a pesar de que la entrada de los concejales del BNG es inminente, se habla de la firma del acuerdo a partir del viernes, día 3, lo cierto es que el ayuntamiento de Narón lleva 10 días sin concejal de Hacienda y sin concejal de Igualdade, repito, en manos del alcalde para echar adelante asuntos pendientes y de trámite
Si bien la concejalía de Igualdade puede esperar unos días a la firma del acuerdo de gobierno, un ayuntamiento de 40.000 habitantes como Narón no puede ni debe estar ni un solo día sin un responsable del área económica, una de las más importantes de cualquier gobierno.
Una forma de proceder que supone una grave irresponsabilidad que va “in crescendo” cada día que pasa sin cubrir el área.
A pesar de todo esto, no deja de resultar sorprendente la apatía y la falta de interés con que se ha tomado este asunto la oposición naronesa, compuesta por el PP, IU y Eliximos.
Los señores y señoras de la oposición «no dicen ni mu» y contrariamente a lo que pudiera parecer, no tiene nada que ver con un mugido.
Resulta que mu es lo menos que se puede decir. Se puede pronunciar incluso con la boca cerrada. Es un sonido elemental que hasta los bebés saben pronunciar. Hasta los mudos dicen mu.
Por ello, del que mantiene un silencio absoluto, se dice que «no dice ni mu», en este caso… sobran más comentarios. Parece que la «apisonadora» es grande.